El pasado 29 de noviembre, una decena de participantes y simpatizantes de la Asociación Plataforma Ejido Sostenible llevó a cabo una jornada de voluntariado ambiental, concienciación y limpieza de la Rambla del Loco, en el tramo que discurre por el núcleo de Tarambana, bajo el lema ¿Qué pasa con nuestras ramblas?
Durante la misma hicieron un recorrido de 1,5 km para conocer, analizar y debatir sobre la importancia de estos ecosistemas, la situación en la que se encuentran, los tipos de residuos que iban encontrando, las consecuencias e impactos que pueden provocar en el futuro y plantear algunas posibles soluciones sobre la gestión de los residuos.
En el mismo recorrido de vuelta, retiraron aproximadamente unos 500 kg de todo tipo de residuos, el 90% proveniente de la agricultura intensiva: diversos tipos de plásticos, rafia y envases de productos fitosanitarios, los más abundantes. Latas de refrescos, botellas de aguas y basuras diversas, el resto. La mayoría estaban semienterrados y entremezclados con la vegetación, porque habían sido arrastrados por la fuerza del agua desde la parte alta del cauce.
Ante sucesos recientes tan dramáticos como la DANA de Valencia o la rotura de la autovía A7 a la altura de Balanegra, el objetivo de dicha jornada era mostrar a la ciudadanía la importancia de la prevención en la limpieza de las ramblas para la seguridad del municipio, analizar qué tipo de residuos podemos encontrar en ellas, de dónde provienen y presentarlas como una oportunidad para crear senderos educativos, culturales y deportivos donde poder pasear y practicar deporte.
Las ramblas son ecosistemas singulares de vital importancia para conducir los torrentes de agua que se producen durante tormentas fuertes y puntuales, características de los climas semiáridos de la provincia de Almería. Es por ello que deben estar siempre libres de residuos, construcciones y de la biomasa que produce la vegetación exótica, como las cañaveras, que puedan provocar tapones de consecuencias impredecibles.
Además de mantenerlas limpias, se debe conservar y, si hiciese falta, renaturalizar con vegetación autóctona, adaptada al clima y flexible y resistente a esos momentos críticos donde el agua corre de forma torrencial. La vegetación ayuda a disminuir la fuerza del agua, ya que va frenando el caudal y permitiendo que el agua se filtre en el subsuelo, y por tanto los daños generados.
No se puede olvidar la importante función ecológica que prestan como corredores verdes, conectores de espacios naturales, usados por una gran variedad de fauna, y esenciales para el mantenimiento de la biodiversidad de la comarca y como reservorios de la fauna auxiliar de la lucha integrada, beneficiosa para el control de plagas en los invernaderos.
La Asociación, sin ánimo de lucro, Plataforma Ejido Sostenible se presentó el año pasado con el objetivo de trabajar, divulgar y poner en valor los espacios naturales, culturales y etnográficos de El Ejido, colaborando con el resto de las asociaciones del municipio y promoviendo la participación ciudadana.
Las ramblas se han convertido en el segundo proyecto en el que pretenden trabajar de forma continuada, al igual que el primero que presentaron el año pasado, el inventario de árboles singulares de El Ejido. Son proyectos planificados a largo plazo, que es la manera de conseguir resultados reales.
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