María Jesús Montero ha declarado que no mantiene ninguna relación con el expresidente de la SEPI, afirmando que no han tenido contacto durante los últimos seis años. En sus declaraciones, enfatizó que no existe comunicación a través de WhatsApp, ni llamadas telefónicas, ni reuniones entre ambos. Además, subrayó que no comparten un entorno social y que no tienen amigos en común.
Estas aclaraciones se producen en un contexto donde la UDEF (Unidad de Delitos Económicos y Financieros) ha llevado a cabo la detención del CEO y del presidente de Plus Ultra. La operación incluye la incautación de datos fiscales relacionados con un presunto caso de blanqueo de capitales.
Contexto adicional
La situación ha generado un gran interés mediático debido a las implicaciones legales y financieras que pueden derivarse de las investigaciones en curso. La UDEF está llevando a cabo una serie de acciones para esclarecer los hechos y determinar si hay culpabilidad por parte de los detenidos.
Montero ha querido distanciarse claramente del expresidente de SEPI en este momento crítico, buscando evitar cualquier asociación que pudiera perjudicar su imagen o la del gobierno al que representa. Su declaración es un intento por mantener la transparencia ante la opinión pública.
Repercusiones futuras
A medida que avanza la investigación, se espera que surjan más detalles sobre el caso y las conexiones entre los involucrados. Las declaraciones de Montero podrían ser fundamentales para entender el alcance real de su relación con el expresidente y cómo esto podría afectar a otros aspectos del gobierno español.
El desarrollo de esta situación será seguido de cerca tanto por los medios como por los ciudadanos, quienes están atentos a cómo se desenvuelven estos acontecimientos en el ámbito político y legal del país.