Susana ha convertido a la Junta en una corrala

Cada vez que el PSOE se ha abrazado a Izquierda Unida para impedir un gobierno del PP logrado legítimamente en las urnas, han acabado pagando las consecuencias de la radicalización de sus bien protegidos socios. Lo que hace algunos años pudimos vivir en Almería capital con un gobierno municipal PSOE-IU caracterizado por la inoperancia y las ocurrencias lo estamos viendo ahora, pero corregido y ampliado, en la Junta de Andalucía. Las contradicciones y vaivenes del gobierno bipartito (PSOE-IU) respecto al realojo de los vecinos de la Corrala Utopía no sólo forman parte del permanente espectáculo de desorganización e insolvencia que caracteriza al gobierno de Susana Díaz, sino que es el detonante de un secreto a voces: el pacto del bipartito se tambalea y comienza a hacer aguas públicamente. Lamentablemente, las disputas y guerras internas de este pacto de perdedores son un giro más en la espiral de ineficacia con la que socialistas y comunistas están castigando a Andalucía. Unas luchas por el poder que, además de aflorar a diario, repercuten directamente en la vida de los andaluces debido a la inestabilidad de un gobierno radical, inmovilista y desnortado, que únicamente se preocupa de sus propios intereses, que frena la recuperación económica de Andalucía y que daña gravemente la imagen de Comunidad. Y esto último, además, es gravísimo para una Comunidad que necesita de la inversión exterior para generar empleo y riqueza. Y jamás se ha atraído a la inversión y a las empresas generando espectáculos más propios de una república bananera como el esperpento de ver a una consejería de la Junta de Andalucía -la de Fomento- controlada por una consejera radical y amante de los escraches, instalada en la ilegalidad y haciendo del incumplimiento de las leyes bandera y pancarta. Andalucía se desangra por el paro y se descuelga de la salida de la crisis del resto de comunidades españolas por culpa un gobierno bipartito inestable e inútil que lleva dos años improvisando y demostrando que es claramente incapaz de dar respuesta a los graves problemas de las familias andaluzas. Esto que está pasando ya lo anticipó el Partido Popular desde el minuto uno del pacto bipartito de perdedores: la “casa común” de la izquierda andaluza, ni es casa, ni es común. Es un vergonzoso pacto de intereses particulares a costa del contribuyente. Ante la inestabilidad, crisis, inacción y falta de soluciones a los andaluces por parte del Gobierno andaluz, el presidente del PP, Juanma Moreno, sigue tendiendo la mano a Díaz y ofreciendo soluciones para que deje de ser rehén de IU. Tome nota, doña Susana.