Educar para prevenir

Menores que agreden a sus padres, niños que acosan a otros niños, chicos que mal-tratan a sus novias, jóvenes que humillan a sus maestros, adolescentes que se suicidan... Cada vez hay una mayor denuncia social acerca de este tipo de comportamientos, que lejos de ser una gamberrada, se convierten a veces en un delito penal con graves consecuencias para la víctima.

No es que sea el reflejo generalizado de nuestros jóvenes, pero educadores, jueces y defensores del menor advierten del incremento de conductas violentas e inapropiadas en las aulas y en las familias durante los últimos años.

Modificar el Código Civil y recuperar el sentido común viene a ser la fórmula que estos expertos señalan para mejorar la colaboración entre el profesor y la familia o ‘rescatar’ la autoridad moral del maestro, un asunto que, por cierto, crea muchísimos miedos y complejos a muchos políticos por aquello de ‘volver a tiempos pasados’.

Dice el ejemplarizante juez Calatayud que "hay que salvar la tarima" como elemento de autoridad del maestro en el aula. Pero, como suele suceder, cuando se habla de autoridad parece que hablamos de autoritarismo..., y no es el caso.

No cabe duda de que la educación es uno de los temas que más preocupan a las distintas administraciones públicas. La Escuela es la mejor garantía de prevención de la exclusión social y del desarrollo de una sociedad justa e igualitaria.

Por ello, desde el Ayuntamiento de Almería, acabamos de poner nuestro granito de arena, diseñando un Programa de Educación en Valores en colegios e Institutos del municipio, destinado a promocionar la tolerancia y el respeto entre niños, padres y docentes, con independencia de su raza, sexo, religión y capacidades físicas e intelectuales, en el que van a participar más de 2.300 alumnos.

Tenemos un gran reto en nuestra sociedad, que es erradicar la violencia de género. En España disponemos de instrumentos eficaces para luchar contra este problema (legislación, juzgados especializados, atención inmediata, observatorios...), pero la educación es la clave si lo que queremos es prevenirla, más que combatirla.
"La educación es el arma más poderosa que podemos usar para cambiar el mundo", dijo Nelson Mandela. Y en nuestra responsabilidad está, como padres, educadores y políticos, decidir qué clase de valores queremos inculcar a los que serán los adultos del mañana.