Propósitos 2015

Lo natural, lo que a uno le pide el cuerpo para el día de hoy, sería escribir en profundidad sobre el fiasco sufrido la noche del 31 de diciembre con la retransmisión de las campanadas desde la plaza de la Catedral por parte de Canal Sur, la nuestra dicen, para toda Andalucía.
Conseguir esa retransmisión, que iba a permitir mostrar a miles de andaluces la realidad de nuestra Almería actual, no habrá sido tarea fácil para los directivos de Canal Sur en Almería, en especial de nuestro buen amigo Antonio “Chacho” Torres, aprovechando para culminar las actividades del Milenio, pero todo ha quedado ensombrecido por el enorme ridículo y el bochorno producidos, junto con la mala imagen dada de Andalucía desde una televisión pública.
Independientemente de las conclusiones finales, si las llegamos a conocer, del expediente abierto, la cuestión podía haber quedado en una mera anécdota de las muchas producidas en esta y otras Televisiones, si no fuera porque ha sucedido en una empresa pública con 1300 trabajadores y que nos cuesta a los andaluces centenares de millones de Euros al año.
Este ya podía ser un buen propósito para 2015: El de la mejora de los servicios públicos en Andalucía, competencia exclusiva de la Junta, y cuyo deterioro, en ninguna medida, puede ser achacable al Gobierno Central o al Sr. Rajoy.
En cuanto a los propósitos para 2015, los hay, sin duda, individuales de cambios de actitudes en muchos sentidos, que, aunque muchos de ellos serán genéricos, otros lo serán desde las expectativas que cada uno hayamos puesto para el año recién comenzado y desde el deseo de olvidar cuanto antes muchos de los avatares del 2014.
En cuanto a los propósitos institucionales, es difícil saber por dónde irán las intenciones, toda vez que va a ser un año intenso en procesos electorales, en realidad, lo serán para las tres Administraciones, municipal, autonómica y central, lo que, sin duda, traerá consigo dedicar muchos esfuerzos a estos objetivos electorales, distrayéndoles de lo fundamental que es el interés público general.
En Almería y provincia podríamos llenar páginas enteras sobre propósitos e ilusiones fallidas de años anteriores, por mentiras e incumplimientos de unos y de otros, compromisos que de nuevo se volverán a repetir como promesas electorales, actualizándolas, y que, desgraciadamente, muchas de ellas se volverán a incumplir, lo que vendría a justificar el descrédito alcanzado por Partidos e Instituciones en nuestro país.
Pese a todo ello, animo a los almerienses a que establezcamos nuestros propios propósitos, al mismo tiempo que deseo que 2015 nos ofrezca trabajo y prosperidad para todos, acorde con nuestras capacidades y esfuerzos.