Régimen Perpetuo

Vaya por delante mi absoluto respeto a los resultados electorales del pasado domingo, respeto que hago extensible a cada uno de los ciudadanos que con total libertad acudieron a las urnas, dando una vez más ejemplo de civismo, señal evidente de madurez democrática.

Otra cuestión bien diferente pertenece al análisis de los resultados producidos y aquí, se ha vuelto a demostrar, que se estrellan los talentos. La esencia del sistema democrático se basa en la posibilidad de alternancia en el poder y en las Instituciones, algo que en Andalucía, por unas u otras razones, nos está vetado desde hace casi 35 años y esto, aparentemente, no sería lo más importante si estuviéramos en el mejor de los mundos posibles, que, obviamente, no es ni con mucho la realidad de nuestra Comunidad, que con gran cantidad de posibilidades endógenas y ayudas externas, no consigue salir de los puestos de cola del conjunto de Comunidades Españolas.
Dejo para los sociólogos y los politólogos la explicación profunda de lo sucedido, con la reafirmación del PSOE como primera fuerza política autonómica que, seguramente, obedecerá a multitud de razones (alguna hemos conocido estos días en forma de documento sonoro intimidatorio), pero sorprende el efecto de que el PP andaluz haya retrocedido a los niveles de representatividad logrados hace 25 años. La irrupción de Partidos nuevos en el panorama andaluz, con los magníficos resultados obtenidos, desvirtúa cualquier análisis estadístico por la ausencia de antecedentes es, sin duda, un argumento, pero llama extraordinariamente la atención la relativa pérdida de votos del PSOE, pese a la realidad del desgobierno andaluz después de tantos años de gestión, que, aún haciéndolo bien, desgasta.

Es cierto que el PP desde 2012 en adelante ha cometido importantes errores, tanto a nivel general como autonómico, pero aún con todo ello es difícil justificar una pérdida de casi 500.000 votos en tan sólo 3 años. Incumplimientos electorales a nivel general del PP, crisis económica nacional que parece remontar pero que aún no ha llegado a los bolsillos individuales, la orfandad de liderazgo desde la huída del Sr. Arenas tras la decepción sufrida por ganar unas elecciones y no gobernar, la tardanza en nominar al nuevo Presidente regional, Juanma Moreno, unido al modo de designación desde Madrid y la corrupción que le ha afectado curiosamente de un modo más intenso que el efecto producido en Andalucía con los escándalos de los ERE y los cursos de formación, que aún continúan coleando, conforman un conjunto de circunstancias que podrían explicar los resultados.

Pese a todo ello, el bipartidismo continúa instalado en nuestra realidad política y social, mientras que otras aventuras rupturistas han quedado por debajo de las expectativas que mantenían.

Dentro de 2 meses estaremos votando de nuevo para las municipales y ahí se podrá comprobar si lo sucedido el domingo es una tendencia o simplemente ha sido un voto de castigo al PP coyuntural. Se verá entonces si el régimen será de verdad perpetuo.