Los ciudadanos tenemos múltiples necesidades, las más de las veces, absolutamente razonables, y que, si son de interés general, son planteadas ante los poderes públicos para su resolución. Es cierto que la inmensa mayoría de esos ciudadanos, no saben, ni les importa, cual es la Administración que debe resolver su problema y dirige sus peticiones, de un modo indiscriminado, casi siempre, en primer lugar a su Ayuntamiento por aquello del mayor conocimiento de las personas que lo dirigen y porque, al final, es la Administración más cercana y la que se supone, que por ello, debe conocer mejor esas necesidades.
Todo ello viene a colación de la problemática existente desde hace demasiado tiempo en nuestra Almería, con dos infraestructuras absolutamente prioritarias. Me refiero al problema existente en el Centro de Salud Casa del Mar de Pescadería, cerrada desde hace unos cuantos años, sin que a su puesta en funcionamiento se le vea un horizonte de solución cercano, y el Instituto de Enseñanza de Retamar El Toyo, barriada proyectada para albergar en su completo desarrollo 20. 000 habitantes, que ha iniciado sus clases en aulas prefabricadas, al igual que ha sucedido en casi 400 centros en Andalucía, para vergüenza de los dirigentes andaluces.
Ambas infraestructuras son de absoluta responsabilidad de la Junta de Andalucía, y solamente la incapacidad de esos dirigentes, con sus reiterados incumplimientos a compromisos con los ciudadanos desde hace una serie de años, hace que, al día de la fecha, no se sepa para cuando su resolución.
Sorprendentemente, los grupos de oposición en el Ayuntamiento de Almería han planteado, a través de la correspondiente Moción que, en el caso de la Casa del Mar, el Ayuntamiento adelante a la Junta el dinero necesario para su rehabilitación y puesta en funcionamiento, cuando lo razonable sería exigir en el Parlamento, a través de sus correspondientes grupos parlamentarios, que todos lo tienen, el inmediato cumplimiento de su rehabilitación, por decencia, necesidad y justicia con los ciudadanos de Pescadería.
Igual debería hacerse con el Instituto. Aquí ni siquiera los socialistas han sido capaces de manifestarse junto a los indignados vecinos de la zona, todos padres de alumnos, no fuera que sus superiores socialistas los llamaran al orden o, lo que es peor, su presencia pudiera ser tenida en cuenta en próxima listas electorales.
El modelo de Estado que nos hemos dado los españoles, también en Cataluña, indica cuales deben ser las obligaciones de cada una de las Administraciones a la hora de resolver los problemas de los ciudadanos. Si ahora, el Ayuntamiento asumiera la solución de esas infraestructuras citadas ¿ por qué no asumir también la construcción del Hospital Materno-Infantil, las depuradoras necesarias, la rehabilitación del Cable Inglés y tantas y tantas infraestructuras prometidas en Almería y nunca ejecutadas?.
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