Yo lo propuse primero

Esta nueva etapa por la que está pasando el Ayuntamiento de Almería, es decir, en la que hay un equipo de gobierno en minoría respecto a la suma de toda la oposición, nos está desvelando formas nuevas de gestión, absolutamente inéditas, y probablemente ineficaces.

Se vienen produciendo dos situaciones curiosas, siendo una de ellas que la oposición formada por Ciudadanos, PSOE e Izquierda Unida, sacan adelante mociones en contra del criterio del PP, que es quien gobierna. Tenemos ejemplos como la vuelta al Consorcio de Transportes, pero también la financiación de la reforma de la Casa del Mar, por sólo mencionar algo. En este caso quien debe gestionar lo dictaminado por las mociones es un equipo de gobierno, contrario a lo que en estas se establece, por lo que no se espera que sea especialmente diligente en hacerlo.

Es un intento de gobernar desde la oposición que no llega al extremo de lo hecho en La Mojonera, donde el alcalde y los suyos se tendrán que bajar el sueldo porque así lo ha establecido una moción apoyada por la oposición. El PP y el único edil expulsado del PSOE suman uno más que Tod@s, a pesar de lo que no lograron sacar adelante una moción de censura, lo que han devuelto de esta manera, que por cierto, supondrá una subida de “sueldo” para ellos mismos, ya que piden que se celebren el doble de plenos, por cada uno de los cuales recibe 130 euros.

La otra situación es la del “yo lo propuse primero”. En este caso lo hemos visto con la petición al Gobierno central de reducción de los valores catastrales, o algunos de los aspectos relacionados con la ordenanza de bicicletas, por ceñirnos sólo a puntos tratados en el último pleno municipal.

Si la propuesta es de un grupo de la oposición, siempre encuentra eco en el resto por que ellos ya lo dijeron en campaña o lo llevaban en su programa, y lo mismo responde el equipo de gobierno, a quien le pasa exactamente lo mismo, que si es quien propone algo que al resto le parece bien, éstos se apunta la iniciativa.

Tal vez sea a esto a lo que llaman “tiempos nuevos” pero en el fondo todo parece bastante infantil.