Si algo bueno le trae el nuevo año a los cargos públicos de Podemos, es la subida salarial que van a tener gracias al PP y al PSOE, asi que ya podían dejar de mostrar esas caras de estreñidos y relajarse un poco, que gracias a la casta van a cobrar más ¡enhorabuena a los agraciados!
Los de Podemos su ufanan de cobrar “como máximo solo” tres veces el salario mínimo interprofesional, justificando de esta forma que con ellos no van esos sueldos astronómicos de los políticos profesionales, pero lo cierto es no nos ahorran ni un céntimo a los sufridos contribuyentes.
Lo primero que debían aclararnos es por qué se han puesto ese tope y no otro. Es decir, por qué cobrar como máximo el triple del SMI y no el doble, o el cuádruple. No hay argumento. O sí.
El SMI venía siendo de 655,20 euros, por lo que el triple son 1.965 euros, y en 2017 gracias al PP y al PSOE sube a 707,6 euros, lo que automáticamente pone la nómina de los diputados y parlamentarios de Podemos en 2.123 euros… sí, 158 euros más al mes, 2.209 euros más al año ¡no está mal! ¡sobre todo para muchos que antes estaban en el paro o no llegaban a mileuristas!
Pero veamos el caso de la almeriense Lucía Ayala, que como todos los parlamentarios andaluces tiene un sueldo bruto de 3.050 euros, y un complemento de 495,99 euros, a todo lo cual se le resta la cotización a la Seguridad Social de 174,81 euros, y 816,05 como retención a cuenta del IRPF… total a líquido a percibir: 2.555,62 euros.
De esta forma, si tenemos en cuenta que el salario medio en Almería según el informe ‘Mercado de Trabajo y Pensiones en las Fuentes Tributarias’ en 2016 es de 940 euros al mes (14 pagas), no hace falta saber muchas matemáticas, para advertir que la parlamentaria gana 2,35 veces esa cantidad.
Es posible que ella sólo cobre al mes a partir de ahora 2.123 euros… o no. Hagamos la cuenta de otra manera, si a su sueldo de 3.050 euros se le restan los impuestos, se queda en 2.060 euros, menos de ese triple del SMI. El complemento de casi 500 euros mensuales podría estar al margen y no computar.
Pero lo cierto es que sea como fuere, no nos ahorran nada. Todos los parlamentarios de Podemos lo cobran todo, y luego donan el “excedente” a fines de su propio partido. Están en su derecho, es su dinero, pero que no nos vendan películas de que son tan austeros con el dinero público, que no, que nos cuestan lo mismo que el diputado que dona la mitad de su nómina a una ONG… con la diferencia de que Podemos no es una ONG.
Lo que sucede es que a ese dinero hay que unirle más de 400 euros semanales (sí, más de 1.600 euros al mes) de “indemnización” por ser de la circunscripción de Almería (eso se cobra incluso las semanas que no se trabaja, como los meses de verano, la Navidad o la Semana Santa) y es al margen del dinero que se le paga para su traslado a Sevilla (si va en avión, se le paga el billete, o si va en coche el kilometraje, o incluso si acude en taxi, la factura correspondiente).
No se conoce que ningún parlamentario de Podemos haya renunciado a ese dinero, pero aunque lo hubiera hecho, el ahorro es cero, de nuevo. Ya lo han hecho los diputados de Ciudadanos en el Congreso que aunque elegidos por circunscripciones distintas a Madrid, viven habitualmente en la capital, pero el resultado es que esa renuncia en realidad se ha transformado en “donarlo” a alguna ONG (no se ha informado a cual o cuales).
Pues nada, a los señores y señoras de Podemos, enhorabuena por esa subida salarial lograda gracias al PP y al PSOE (aunque ellos eran los primeros que lo pedían), y tranquilos, que lo de sentirse incómodo siendo casta se pasa con los años pegados al cuero del escaño.