Mientras en el Ayuntamiento de Almería la concejala socialista Inés Plaza reclamaba que las políticas municipales sirvieran al “empoderamiento” de la Mujer, y se quejaba de que el presupuesto que gobierna el Partido Popular, se centrara más en actos lúdicos, en Níjar, la alcaldesa socialista, Esperanza Pérez, daba ejemplo de lo contrario.
No le falta razón a Plaza, si algo debe ser el Día de la Mujer es una jornada de concienciación, y si algún objetivo deben tener las políticas “de mujer” es dotarlas de herramientas que les permitan estar en pie de igualdad con el hombre a todos los niveles. Pero decir eso mientras el PSOE de Roquetas tiene a bien conmemorar esta fecha con una fiesta para mujeres, a razón de 25 euros el cubierto, y que a eso se apunte como estrella invitada la presidenta de la Junta de Andalucía y… tal vez… candidata a secretaria general del PSOE, pues no casa bien.
Como no se entiende que en Níjar se dé por bueno que las actividades que conforman la celebración del 8 de Marzo sean talleres de higiene, belleza, cuidado de la piel… o risoterapia.
Y coincidiendo en la queja de la concejala almeriense, meter en el mismo saco competencial los temas de “mujer” y “familia”, puede dar a entender una asimilación machista de conceptos, que la “familia” es cosa de “mujeres”, pero claro, luego llega el ayuntamiento socialista de turno y ofrece talleres de estrés familiar para mujeres.
Como colofón tenemos el caso que ya en su momento contamos, el de la socialista que preside la Autoridad Portuaria, Trinidad Cabeo, que no encontró mejor forma de celebrar fecha reivindicativa hace unos años, con un concurso de elaboración de bizcochos. Claro que, hay que recordar su sugerencia a vecinos de Pescadería de origen extranjero, de bailar flamenco para atraer turistas al barrio.
Pero lo que también llama la atención en todo esto, es que hay quien entiende que las mujeres tienen que estar solas en su lucha, y nada más alejado de la realidad. Criticar que si se hace un gesto simbólico de organizar una carrera, ésta no es feminista (igualitaria) si en ella van hombres, es del género absurdo.
Somos los hombres quienes tenemos que darle una patada al tablero, y decir que nosotros a eso no jugamos. Somos nosotros quienes tenemos que dejar claro que una cosa es el género masculino y otra el machismo, y que el machismo es un comportamiento irracional, un virus que exige la amputación social del miembro enfermo.
No puede seguir siendo el 8 de Marzo un día para hacer comidas, cenas, fiestecitas, talleres de maquillaje, de danza, de concurso de cocina… tiene que ser un día de reflexión activa, de activismo contra todo aquello que mantiene ¡en pleno siglo XXI! a la mujer en un segundo plano en el entorno social.
Podemos discutir de cómo debe hacerse esto, y seguramente habrá discrepancias saludables, pero nada nos debe desviar del objetivo común, que es la plena igualdad de derechos y oportunidades.
Ni un paso atrás, que es cosa de todos.