La sección ornamental de Plantaespaña, perteneciente a la asociación de organizaciones de productores de frutas y hortalizas de Almería (Coexphal), ha informado sobre el desarrollo de la campaña de cactus y suculentas en el mercado español, que avanza de manera moderada. Este crecimiento se observa con cierta lentitud en el resto del continente europeo, especialmente en los países del norte, donde las ventas han disminuido considerablemente debido a la inestabilidad política.
En un comunicado, la asociación resaltó la importancia del cultivo de estas plantas en Almería, considerándolas un símbolo de resistencia vegetal y una apuesta por la diversificación agrícola. Aseguran que la comercialización de cactus y suculentas en España comienza a despegar.
Crecimiento estratégico en el sector
Plantaespaña representa a 40 productores y comercializadoras de planta ornamental y flor cortada en las provincias de Almería y Granada, lo que equivale al 78% del total en esta área. Según sus declaraciones, estos cultivos son considerados estratégicos, gracias a su resistencia, bajo consumo hídrico y capacidad para adaptarse a climas extremos.
A pesar de que el consumo nacional aún es inferior al de otros países europeos, los productores almerienses han notado un cambio positivo en los últimos años. Este cambio se atribuye al creciente interés por la jardinería, la aparición de nuevos productores y una demanda mayor por especies que requieren poco mantenimiento, como las crásulas o el Cereus peruvianus.
Desafíos en el mercado internacional
Aunque la campaña avanza lentamente, los mercados del sur de Europa —incluyendo España, Italia, Francia y Portugal— mantienen su demanda. Sin embargo, las exportaciones hacia los países del norte del continente han experimentado una caída significativa. Francisco Serrano, del vivero Cactus Serrano, comentó que “el mercado del norte de Europa está prácticamente parado”, señalando factores como la inestabilidad geopolítica y cambios en los patrones de consumo.
El cultivo exitoso de cactus y suculentas requiere no solo paciencia sino también conocimientos específicos y una infraestructura adecuada. La mayoría de los cactus se propagan a partir de semillas y comienzan su crecimiento en marzo, cuando las temperaturas mínimas superan los 15 grados centígrados. Permanecen cerca de un año en semillero antes de ser trasplantados a macetas pequeñas; posteriormente, según su desarrollo, pueden ser trasladados a formatos más grandes. Este proceso puede llevar entre tres y cuatro años hasta que las plantas están listas para salir al mercado.
Producción ágil y amenazas climáticas
Por otro lado, las suculentas tienen un ciclo más rápido. Se reproducen principalmente mediante esquejes; algunas especies como las echeverias permiten reproducción tanto por semillas como por hojas, lo cual facilita una producción más rápida.
A pesar de que este año no ha habido daños climáticos significativos, las lluvias han requerido un control fitosanitario más riguroso, especialmente para cultivos al aire libre. Las principales amenazas han sido la cochinilla y ciertos hongos que han llevado a implementar protocolos preventivos para evitar pérdidas. El granizo registrado el pasado octubre solo afectó a las cubiertas plásticas de los invernaderos sin comprometer seriamente la producción.
Diversificación e inversión especializada
Algunos viveristas están explorando nuevas oportunidades mediante la introducción de especies xerófitas originarias de regiones áridas como México o Arabia Saudita. Estas plantas son altamente resistentes a la sequía y poseen un valor ornamental significativo, mostrando buena adaptación al clima local.
El proceso detrás del cultivo de cactus y suculentas es laborioso. Desde la siembra hasta la venta final requiere tiempo, espacio y dedicación intensa. La variedad en composiciones vegetales junto con pedidos cada vez más personalizados demandan una alta inversión en mano de obra especializada.
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