Bruselas respalda el sistema de control de antibióticos Presvet, descontento entre veterinarios

La Comisión Europea ha otorgado su respaldo al sistema español de control de antibióticos, conocido como Presvet. Esta herramienta ha suscitado un intenso debate dentro del colectivo veterinario, que se muestra dividido ante las implicaciones de esta normativa. Mientras el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) celebra la validación por parte de Bruselas, los veterinarios critican que dicha regulación limita su capacidad para ejercer su profesión y no se ajusta a las realidades de la medicina en animales de compañía.

Según el MAPA, la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea concluyó tras una auditoría realizada entre el 6 y el 17 de marzo que España está avanzando hacia un uso más responsable de los antimicrobianos, cumpliendo con lo estipulado en el reglamento sobre medicamentos veterinarios. En este contexto, el Real Decreto 666/23, que regula la prescripción de medicamentos para animales, es visto por el ministerio como una transposición necesaria de una normativa comunitaria cuyo objetivo es promover un uso prudente de antibióticos y combatir la resistencia antimicrobiana, garantizando así la salud animal y humana.

Auditoría y Validación del Sistema

El informe resultante de la auditoría resalta que los antimicrobianos solo se prescriben tras un examen clínico o una evaluación adecuada del estado del animal. Además, se señala que su uso cumple con requisitos nacionales adicionales. La validación del sistema Presvet implica que los veterinarios deben informar sobre los antibióticos que prescriben, lo cual facilita el control y permite verificar las prescripciones, tratamientos y cantidades administradas.

A pesar del respaldo europeo, la reacción entre los profesionales veterinarios es mayormente negativa. Yasmina Domínguez, Presidenta del Colegio de Veterinarios de Almería, manifestó en una entrevista en RADIO ACTUALIDAD que la normativa trata a los veterinarios "como un colectivo infantil" y critica que el ministro Planas no escuche sus preocupaciones. Domínguez enfatiza que los veterinarios operan bajo altos estándares de control y exigencia, adaptándose constantemente a las necesidades cambiantes en medicina veterinaria. Sin embargo, sostiene que el Real Decreto 666/2023 limita su capacidad para prescribir tratamientos basados en evidencia científica actual.

Carga Administrativa y Comparativa con Ganadería

Una de las principales críticas se centra en cómo se aplica el sistema Presvet a los animales de compañía. Aunque los veterinarios dedicados a ganaderías ya utilizan este sistema y han logrado adaptarse a él, Domínguez argumenta que no son comparables las situaciones. En entornos ganaderos, un tratamiento puede aplicarse a cientos de animales simultáneamente; sin embargo, en clínicas para mascotas cada notificación a Presvet debe ser individualizada para cada animal y tratamiento. Esto representa una carga administrativa considerable debido a la diversidad de especies atendidas diariamente.

La presidenta también subraya la creciente importancia de las mascotas en los hogares contemporáneos. Los animales como perros, gatos o loros han pasado a ser miembros fundamentales de las familias y su salud impacta directamente en la salud pública. La medicina preventiva aplicada a estos animales no solo protege a las mascotas sino también a sus propietarios mediante vacunas y tratamientos contra enfermedades.

Demandas del Colectivo Veterinario

Domínguez recalca que los tratamientos con antibióticos deben fundamentarse en evidencias científicas actuales en lugar de depender de prospectos obsoletos. Además, critica que la normativa vigente genera gastos innecesarios para los dueños de mascotas al obligarles a adquirir cajas completas de medicamentos cuando antes podían obtener solo la cantidad necesaria.

Ante esta situación crítica, por primera vez todos los presidentes de los Colegios de Veterinarios en España han unido fuerzas con un objetivo común: demandar la derogación del Real Decreto 666/2023 o al menos solicitar modificaciones necesarias que permitan a los profesionales llevar a cabo su labor con mayor eficacia acorde con las demandas actuales en medicina veterinaria.