El teflón es un polímero que se define en química como politetrafluoroetileno. Es un nombre muy largo para su manejo en la industria; por tanto, se ha resumido con las siguientes siglas: PTFE. Estas siglas, si de un partido político se tratase, se podrían explicar como Partido Totalitario Falsario Español. Magnifico escenario para un dirigente incompatible con la verdad, con ansias de poder omnímodo y por tiempo indefinido.
El teflón es muy utilizado en instrumentos de cocina por sus propiedades antiadherentes. Al teflón nada se le pega. Ya pueden intervenir grasas, ácidos, carne o pescado… todo se cocina perfectamente en el puchero de teflón. Se puede cocinar con total descuido y a temperaturas incorrectas, pero nadie se chamusca. Siempre sale indemne el gran chef o el puto amo, aunque según sea la receta empleada, unas veces el aspecto es mustio y tristón; otras, sale arrebatado, boyante y con el bizcocho subido. El secreto estriba en los comensales, que los tiene en gran número, pero siempre tiene un menú a la carta y al gusto de las distintas y pantagruélicas apetencias.
El teflón es muy apreciado para cocer y freír. Se cuecen en su jugo los menos avisados y los que siempre piensan que es mucho mejor la modernidad y el progreso del teflón frente a la anticuada cazuela de barro. Así, si te dicen ¿qué prefieres, el progreso del teflón del partido PTFE o la derecha y la extrema derecha de la cazuela de barro? Es posible que haya muchos que elijan el teflón y olviden el barro por su naturaleza quebradiza, frágil y acomplejada ante las innovaciones culinarias.
Don Teflón acaba de decir que “no se pueden entregar las riendas del país a la derecha y a la extrema derecha”. Don Teflón entiende la “gobernanza” de un país como montar un corcel o una bestia de carga. Todos los que piensan en la metáfora de las “riendas” tienen un acusado tic de dictadores. Las riendas, las cadenas, la fusta y el zurriago simbolizan, en la metáfora gubernativa, lo más aproximado al totalitarismo, autoritarismo, autocracia y dictadura. Las riendas rigen la cabezada del caballo, donde hay partes tan definitorias y afines a este tipo de dirigentes como la argolla, el alacrán y la ahogadera. Por otro lado, también es cierto que algunas caballerías, las más bastas, se conducen con un ronzal y se alinean en recuas que se dirigen hacia el fresco, dadivoso y generoso pasto y al reconfortante abrevadero… aunque les den las cinco de la tarde. Así, estos mulos romos se adocenan para cargar con el peso de albardas y serones que cargan con agrado, orden y diligencia para beneficio propio y del grácil jinete y su amazona.
Don Teflón es el apodo del mafioso y asesino John Gotty, jefe de la familia de los Gambino.
El diario británico The Times, cuyo formato actual en papel es ¡TABLOIDE!, ha dedicado un amplio editorial llamando a Pedro Sánchez “Don Teflón” porque nada se le pega, siquiera la corrupción de sus más allegados. Añade el tabloide -en papel y digital- que “El pueblo español merece algo mejor”.
¡Amén!
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