www.noticiasdealmeria.com
Solo fue un susto
Ampliar

Solo fue un susto

Por Juan Torrijos Arribas
miércoles 16 de julio de 2025, 06:00h
Add to Flipboard Magazine. Compartir en Meneame

Escucha la noticia

Nos despertamos más tempranos, y lo hicimos notando que algunos muebles se movían, que la lampara del techo se balanceaba y que el perro no sabía dónde esconderse. Pero solo fue un susto. Estamos en tierra de movimientos sísmicos, de fallas internacionales y acostumbrados a los sustos anda el personal. La luz del amanecer ya había llegado, lo que hizo que el despertar tuviera menos impacto. Algunos nos asomamos a las ventanas y balcones, nada había cambiado en el entorno. Se había movido un poco la tierra, pero la cosa no había llegado a mayores. Después nos contaron la verdad de lo ocurrido, estábamos ante el peor seísmo de los últimos setenta años, y tuvimos la suerte de que estuvo a tres kilómetros de profundidad en el mar y a treinta y cinco de la costa, frente a las hermosas playas del parque natural de Cabo de Gata. Algunos lo identificaron como el lejano Cabo de Palos. Pero fue solo un error.

Era el tiempo de conocer la opinión de los geólogos. Tuvimos suerte. Ese 5,3 era de temer si se hubiera producido a menos profundidad y más cercano de la costa. La prueba de su potencia y su presencia es que llegó a más de un centenar de pueblos, y que fueron once provincias donde se tuvo eco de su baile de muebles. En pueblos de nuestra Almería fueron muchos los ciudadanos que salieron a la calle. ¿Curiosidad, temor? Un poco de todo. Tenemos muy cerca aún el recuerdo de Lorca, tan cercana en el hecho y tan lejana en su solución por parte del gobierno central. Los almerienses somos conscientes de que estamos en tierra de temblores, y que alguno nos puede fastidiar el despertar de cualquier mañana. En esta ocasión nos hemos salvado. Esperemos que el próximo llegue dentro de otros setenta años, y que lo haga a la misma profundidad y lejanía.

Se habló de los esperados sunamis tras lo maremotos, pero la ola que se perfiló y se repartió por redes no era de temer. Al igual que ocurrió con las réplicas, se fueron desinflando, y con ellos se perdieron los temores de los ciudadanos. Todo quedó en el comentario del desayuno, con el café caliente y la tostada de aceite, en el rato de la playa de la mañana, donde el comentario estuvo en el seísmo y en las barras de los bares y chiringuitos durante el aperitivo, donde las sardinas estaban un poco más quemadas de lo oportuno.

Una noticia nacional vendría a quitarnos el protagonismo, Pedro Sánchez, con tal de seguir en el poder, va a hacer que todos los españoles paguen las juergas secesionistas de los delincuentes y racistas catalanes. Y ese seísmo económico catalán y socialista será incluso más peligroso para los bolsillos del resto de los ciudadanos de este país, llamado todavía, pero parece que por poco tiempo España.