Crear empleo es el trabajo del PP

En España y Europa se sabe bien que luchar contra el paro es el trabajo más importante al que nos enfrentamos desde el Partido Popular. Los recientes y positivos datos de bajada del paro y aumento de la afiliación a la Seguridad Social, reflejan el acierto de las medidas emprendidas por el Gobierno de Mariano Rajoy y la necesidad de seguir trabajando en ese objetivo. Por mucho que los socialistas vengan ahora a anunciar el Apocalipsis y que estamos peor que nunca, las medidas que ha puesto en marcha el PP están creando las condiciones objetivas para que el empleo sea el mayor posible en estos momentos y de la mayor calidad posible. Les propongo que se imaginen dónde estaríamos si España siguiera gobernada por los que ni quisieron ver la crisis antes ni quieren ver la recuperación ahora. Sinceramente, prefiero no pensar en semejante escenario. Lo que estamos haciendo en esta campaña es proponer a los almerienses y al resto de españoles un modelo de gestión y esfuerzo sostenido que nos ha permitido y nos debe seguir permitiendo en el futuro remover los obstáculos que nos impedían crecer. Y todo ello, con el objetivo prioritario y preferente del empleo. Unidos en España y respetados en Europa. Así nos vemos y así nos ven a los populares y así se sustenta la efectividad que ha permitido al Gobierno español recuperar la credibilidad ante las instituciones europeas. Una credibilidad derrochada y devaluada hasta extremos inconcebibles por las políticas socialistas que los herederos de Zapatero quieren volver a llevar al corazón de Europa. Y el mejor ejemplo de lo que digo se ve al comparar el rigor y la trayectoria del candidato popular a estas Elecciones Europeas, Miguel Arías Cañete, con las frivolidades, inconsistencias y gansadas de la candidata socialista, Elena Valenciano. Y es que la cita electoral del próximo 25 de mayo debe servirnos a los almerienses para evitar que España vuelva a cometer los mismos errores que en el pasado y apostar decididamente por una opción seria que represente adecuadamente a los intereses españoles en los ámbitos de decisión europeos. Y para ello es imprescindible que todos vayamos a votar, y que antes de votar reflexionemos acerca de si merece la pena seguir en la buena dirección que llevamos o si debemos volver marcha atrás por el camino de la falta de credibilidad y rigor y por el empleo de políticas de efecto desastroso, como bien saben todos los parados generados durante la etapa que los herederos de Zapatero pretenden volver a instaurar en España.