El "meme" de "la Cospe"
martes 13 de mayo de 2014, 07:44h
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Mientras la comunidad internacional anda horrorizada por el secuestro de las doscientas niñas nigerianas, en la siempre peculiar península ibérica, no se nos ocurre otra cosa que convertir en un “meme” el mensaje de Dolores de Cospedal. Bien es cierto que la Cospe no tiene el glamour de la mujer de Obama, y que si se quiere se puede hacer mofa y befa de cualquier cosa, pero parece mentira que nos permitamos siquiera sonreírnos cuando tratamos de un tema tan serio, y que al final circulen más las gracias que el sentido íntegro de las cosas. El político, como hemos visto estos días a raíz del atentado que ha sufrido la Diputada Leonesa, que le ha costado la vida, es una raza que algunos pretenden extinguir enfrentando a la democracia, y a tiros. No es ético por tanto reírse de ellos cuando intentan defender una causa noble, aunque sea de una manera que se podría tachar de ingenua.
Más complicado todavía está el tema cuando se ha convertido ya en un conflicto de carácter internacional al declarar Boko Haram que su intención es intercambiar a las niñas por lo que ellos consideran prisioneros políticos, aunque hayan infringido multitud de muertes, al igual que lo hacen otras tantas organizaciones de similares características que a cualquiera nos vienen a la cabeza. Ya hemos entrado, por lo tanto y definitivamente en un conflicto de carácter internacional, con todo lo que ello conlleva.
Más en serio hay que tomárselo si cabe, a sabiendas de que las autoridades nigerianas fueron alertadas por las patrullas vecinales, que avisaron de lo previsible de la tragedia, sin obtener ayuda alguna. Y todavía más si pensamos como pueden esconderse doscientas niñas (no son dos, ni tres, son doscientas criaturas) de camino a un injusto genocidio, ya sea éste sexual o de sangre, o de ambas características. Esto hace pesar en la connivencia de autoridades y de personas anónimas, probablemente debida al miedo, que nunca es una excusa en casos como éste.
Algunas de esas niñas, la mayoría, son cristianas y estaban en la escuela, y ése es su pecado según los fundamentalistas; otras son musulmanas. Esas también tienen que ver como en nombre del mismo Dios que ellas procesan son vejadas cuanto haga falta por hombres sin piedad y vendidas por precios míseros que ridiculizan su existencia, según cuenta una de las que logró escapar. Y todo esto porque acuden a la escuela. Al igual que los católicos quemaban a sus supuestas brujas en la hoguera, estos fundamentalistas cortan de raíz las vidas de estas niñas que apenas estaban empezando a vivir. Pero nosotros nos dedicamos a ridiculizar que una de nuestras políticas se haga partícipe de un hashtag que debería ser un mantra para todo el mundo, hasta que las niñas aparecieran. Y es que la gente tiene tiempo para todo. Yo, que no paro, como la mayoría de ustedes, me pregunto de dónde demonios lo sacan. En cuestión de minutos el acto más noble puede ser convertido en la estupidez más grande, el “meme” a través de las redes sociales.
Sigo tirando del hilo nigeriano y observo que Nigeria no es ni mucho menos un país pobre, pero que sin embargo sí que hay grandes diferencias que delatan la riqueza o la pobreza según nos encontremos en el Norte o en el Sur (cuestión que podría tener cierto paralelismo con el país que nos ha tocado habitar). Parece que de esa diferencia económica partió el movimiento fundamentalista islámico Boko Haram, lo que algunos denominan ya como una secta, que con el tiempo se ha radicalizado y se ha vuelto tan violento que su sola mención aterroriza a las nigerianas y nigerianos que sufren sus atentados. Y es que el terror históricamente siempre ha tenido matices económicos.
No sólo las mujeres nigerianas sufren, la semana pasada una mujer fue quemada por su propia familia en India por no respetar sus costumbres, todas las semanas tenemos víctimas de violencia de género en nuestro país, en el que también hace unos días un cura comentaba que ahora hay demasiados asesinatos de mujeres con sus parejas, que hace unos años era todo más sencillo, a la mujer se le pegaba un poco en casa y se le callaba la boca, pero no llegaba la sangre al río. Y se quedaba tan flamenco, el tío, tras decir estas palabras, u otras, que vienen a significar lo mismo. Y yo, que soy cristiana mujer, estupefacta me quedo.
Como para hacer memes anda la cosa…
Periodista.Licenciada por la Universidad Complutense.Título (Máster) en Identidad Corporativa por ESIC y uno en Gabinetes de Instituciones por Corporación Multimedia.Fue becada por Radio Televisión Española y Telemadrid. Ha colaborado en los suplementos económicos de Cinco Días.Técnico de comunicación para la Dirección General de Empleo de la Consejería de Economía de la Comunidad de Madrid.
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