Era el Día Europeo de la Música y los almerienses tenían ganas de celebrarlo, y nada mejor que con la esencia de este género, el cantautor, voz y guitarra, sin artificios, en el entorno natural de las reuniones, la plaza del lugar. De esta manera, los almerienses fueron al encuentro de la música a la Plaza de la Constitución, y allí les estaba esperando Pedro Guerra, que regaló casi dos horas de buenas canciones, letras compuestas por este artista canario, con sentimiento y sensibilidad, y musicalizadas por grandes compañeros, por todos reconocidos. Un concierto centrado en su último trabajo, ‘Parceiros’ y aliñado con algunos de los temas que ya son himnos de la sociedad.
Fue el broche poético a un Alamar brillante, por el que han pasado más de 3.000 espectadores, los cuales han viajado por los sonidos ‘Sinouj’, un grupo de origen tunecino y español, que incorpora elementos del jazz contemporáneo, el flamenco, el funk y el rock, músicas de África y del mundo árabe; los granadinos. ‘Shannon OG’, que ha aportado los sonidos celtas y el folk; y el colofón, anoche, sábado, con Pedro Guerra, uno de los pilares de la canción de autor contemporánea. Un festival enmarcado en la programación del Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería, coordinado de forma perfecta por Manantial de Músicas, y con el patrocinio de Veraimport y Cruzcampo. Además, ha supuesto para muchos almerienses el redescubrimiento de la Plaza de la Constitución, recién reformada.
Pedro Guerra es una de las voces más reconocibles de la escena musical española. Sus influencias son muy diversas, como se comprobó en el concierto de anoche donde compartió el proyecto ‘Parceiros’, en el que ha escrito las letras de canciones musicalizadas por hasta 37 compañeros de profesión durante los últimos cinco años. El concierto fue un viaje por sonidos de ida y vuelta, donde se da protagonismo a las palabras, de belleza estética y carga social profunda, auténtica poesía musicalizada, que brilla aún más en un momento de la industria en el que parece que lo ordinario ‘mola’. Fueron casi dos horas en las que se produjo la deseada comunión del artista con el público, al que regaló dos bises, pero podía haber seguido, y concluyó, cómo no, con ese himno llamado “Contamíname”.
El repertorio del concierto bebió de ese disco creado por Pedro Guerra con amigos, en los que el cantautor canario ha puesto la letra y la música la han aportado artistas como Coque Malla, Enrique Bunbury, Andrés Calamaro o Ismael Serrano. La voz de Pedro Guerra, profunda y delicada, se fusionó con la guitarra en un diálogo lleno de sutilezas; cada tema emergía con una sinceridad que atrapó al público desde el primer acorde.
Además, su esencia canaria brilla aún más en las colaboraciones con sus paisanos Valeria Castro, ‘Si yo pudiera’, y Cruz Cafuné, ‘Con los dos en la cabeza’. Junto al regalo que es el disco ‘Parceiros’, Pedro Guerra compartió sus clásicos, empezando por las dos canciones dedicadas a su compañera de trabajo y vida, su mánager y pareja, María Cabrerizo, con ‘Ruego’ y ‘Cinco mil años’
El concierto se degusta no sólo en el momento musical, sino también en los entremeses, en los que el cantautor narraba su relación con el compañero de proyecto y el contexto en el que se creó la composición. Sólo hay un tema en el que le da la vuelta y Pedro Guerra pone la música y El Kanka la letra, ‘No me lo quiero perder’, un poco más gamberro.
En definitiva, Pedro Guerra ‘contaminó’ a los almerienses de buena música y amor por la palabra, creándose una atmósfera maravillosa. ¡Qué mejor forma de celebrar el Día Europeo de la Música!.