Comenzar este lunes con los niños cantores y el bombo de Navidad no es mal inicio para la semana. Y si a lo largo de la mañana de hoy tiene usted que acudir a una botella de Vía de la Plata, por aquello de celebrar el número cantado por los pequeños, el día pueda acabar con media y feliz cogorza y el bolsillo económico aumentando su volumen. A quien lo consiga, alguno habrá, enhorabuena y que se lo gasten con alegría.
¿Y a los demás qué?
Es el gran drama a vivir en estas horas, nos hacemos la ilusión con los canticos de esta mañana, van saliendo los números y pasan los millones sin acercarse a nosotros y a nuestros números, a los que acudes de vez en cuando, al no aparecer en las voces, dulces ellas, de los infantes cantores. A las doce y media, más o menos, se acaba el cante. Y nos quedamos con dos palmos de narices y una carita de pena…
La misma que tiene en estos días Pedro Sánchez y algunos militantes socialistas que no entienden en lo que han convertido su partido: Corrupto, ladrón, acosador y braguetero. Ya se empieza a hablar de cambio de nombre para el socialismo español. No es un circo lo que ha montado Pedro en el Psoe, por lo que se ha demostrado el pirateo ha ido por otros y más vergonzosos derroteros, y es de pura lógica que se levantan voces en los aledaños pidiendo otro Psoe.
La única esperanza de hoy es que nos ha tocado la pedrea, nos devuelven parte de lo gastado, que irá a parar a la del niño, con la ilusión de que en esa nos toque la varita de la suerte y nos ponga ante la fiesta que no hemos tenido en la de hoy.
Y si tampoco en la del niño tenemos suerte ¿qué?
¡Ajos y agua! Qué remedio nos queda.
Saben lo peor de esta lotería en la que no nos ha tocado un euro, que lo que nos devuelven no cubre los tres euros de más que hemos tenido que pagar por el billete para la cofradía, el equipo del cuñado o el viaje de nuestro nieto, y que encima Pedro Sánchez sigue mandando en el país. Si por lo menos los niños cantores hubieran entonado la entrada de la Uco en Moncloa, con la detención de alguna de las personas que allí viven, o la despedida, el cese, la dimisión de Pedro, lo mismo habría acudido usted a una botella de Vía de la Plata, no por los millones de la suerte, espere a la del cinco de enero por si acaso, sino porque España se libra de ese oscuro y corrupto grupo que, estando en el gobierno, nos ha traído todas las vergüenzas del mundo.
Lo peor de este lunes, 22 de diciembre, que los niños, muy bonicos ellos, se empeñaron en no cantar su número, y que tampoco entonaron ese rayo de luz y esperanza que esperan muchos españoles ante la oscuridad que este gobierno de bragueteros salíos ha traído a nuestra sociedad.
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