La reciente visita de la ministra de Defensa, Margarita Robles, a Almería ha generado más de una conversación sobre un tema que parece no tener relación con la defensa: la acogida en España del líder opositor venezolano, Edmundo González. Las declaraciones del presidente Pedro Sánchez, quien calificó a González como “un héroe”, abren la puerta a una serie de preguntas sobre la política internacional y las acciones del gobierno español, que nadie responderá porque la estrategia es no someterse a ruedas de prensa, o responder con evasivas de argumentario.
Primera cuestión: si Edmundo González es un héroe, como lo calificó el propio Sánchez ante la Ejecutiva de su partido, ¿eso convierte automáticamente a Nicolás Maduro en un villano? La narrativa de héroes y villanos es atractiva en el cine y la literatura, pero en la vida real, las cosas rara vez son tan simples. ¿Está dispuesto Sánchez a actuar en consecuencia, o dejará Venezuela en manos de un villano?
Además -y aquí viene la siguiente pregunta- cuando un país otorga asilo político a un líder opositor, se está enviando un mensaje implícito al mundo. ¿No es esto un reconocimiento tácito de que el régimen del cual huye dicho líder es una dictadura? Si España concede asilo a González, ¿no está afirmando indirectamente que el gobierno de Maduro es opresivo y antidemocrático? ¿Está dispuesto Sánchez a actuar en consecuencia, o dejará Venezuela en manos de una dictadura?
La situación se torna aún más confusa cuando se consideran las declaraciones contradictorias sobre las negociaciones entre España y Venezuela. Mientras el gobierno español asegura que no ha habido negociaciones con Maduro, el gobierno venezolano afirma lo contrario, hablando de la existencia de largas discusiones. Entonces, ¿a quién debemos creer? Y si no hubo negociaciones, ¿por qué se destaca desde el PSOE el papel del expresidente Zapatero como mediador o interlocutor?
Pero por encima de esas consideraciones hay que recordar que según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), más de 7 millones de venezolanos han abandonado su país debido a la crisis política y económica, y España ha recibido más de 150.000 solicitudes de asilo de venezolanos en los últimos cinco años, siendo uno de los principales destinos para los refugiados venezolanos en Europa.
Y como colofón, la pregunta resumen sería ¿cómo califica el Gobierno español a esos 7 millones de venezolanos? ¿tal vez como turistas?
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