Almería se tiñó de rojo este lunes, 11 de abril, para visibilizar el Día Mundial del Parkinson, una enfermedad neurodegenerativa crónica caracterizada por bradicinesia (movimiento lento), rigidez (aumento del tono muscular), temblor y pérdida del control postural.
Así, el Ayuntamiento de Almería iluminó de este color las fuentes más emblemáticas de la ciudad, como la de ‘Los Peces’, ‘El Remador’ y ‘Los Delfines’, en el parque Nicolás Sálmerón; la de la rotonda de la Residencia Ballesol, y las fachadas del Teatro Apolo, la Gerencia Municipal de Urbanismo y el Auditorio Maestro Padilla.
Esta enfermedad representa el segundo trastorno neurodegenerativo por su frecuencia, situándose por detrás de la enfermedad de Alzheimer. Está extendida por todo el mundo y afecta tanto al sexo masculino como al femenino, afectando entre un 1% a un 2% de la población sobre 60 años o de un 0,5 % a un 5% de la población mayor de 65 años. La enfermedad puede presentarse desde los 40 años y su incidencia va aumentado con la edad, especialmente en los varones.