www.noticiasdealmeria.com
Andalucía en Podemos
Ampliar

Andalucía en Podemos

Por Rafael M. Martos
x
directornoticiasdealmeriacom/8/8/26
https://www.noticiasdealmeria.com
sábado 16 de agosto de 2025, 06:00h
Add to Flipboard Magazine. Compartir en Meneame

Escucha la noticia

En Podemos Andalucía se ha abierto otra grieta, y no precisamente pequeña. Y, como tantas veces, el epicentro está en esa vieja tensión que atraviesa al partido desde que nació: el centralismo de Madrid, convencido de que Andalucía es un mero capítulo de su manual de estrategia, frente a las direcciones andaluzas que reclaman voz propia. El último episodio lo protagoniza Raquel Martínez, almeriense y coordinadora general de Podemos Andalucía, que ha firmado el manifiesto “Andalucía se levanta” sin consultar a la militancia, y con el detalle —nada menor— de hacerlo exhibiendo su cargo.

La escena es conocida: un documento que pide la unidad de la izquierda andaluza de cara a 2026, un objetivo noble en el papel, pero que en la práctica despierta sospechas por su procedencia y su alcance. Entre los promotores, la CUT, y en la lista de destinatarios, Podemos, Izquierda Unida, Sumar y hasta Adelante Andalucía, la escisión que Teresa Rodríguez lideró tras romper con… Podemos. El eco histórico es evidente. Y si la historia se repite, no suele ser por casualidad.

El problema aquí no es solo la firma, sino la forma. Martínez dice que lo hizo a título personal, pero cuesta creer que un cargo orgánico tan alto pueda separar su opinión privada de la proyección pública de sus actos. Es como ir a una boda “a nivel personal” con el uniforme del trabajo: quizá no ibas a representar a la empresa, pero todos los invitados lo van a interpretar así. Y más aún si el acto se difunde desde cuentas oficiales del partido, como ocurrió con el vídeo de Diego Cañamero —que fue diputado por Podemos. lo que no deja de sorprender, que un nacionalista andaluz, contrario al centralismo, se dejase arrastrar por el centralismo de una organización que seguía privilegiando en sus filas a sus socios catalanes, vascos y valencianos frente a los integrantes andaluces— llamando a la unidad, que encendió aún más las redes.

Madrid, con Ione Belarra al frente, lleva tiempo marcando distancia con las coaliciones amplias. Quiere reforzar la marca Podemos y huir de la dependencia de otros socios, especialmente de Sumar, con quien el divorcio político ha sido ruidoso. Desde esa perspectiva, el gesto de Martínez no es una anécdota: es un desafío. Y, para muchos, una señal de que en Andalucía se quiere avanzar hacia un modelo más cercano a la autonomía política, incluso con tintes nacionalistas, aunque no se diga en voz alta (bueno, Raquel Martínez no pierde ocasión de hablar de la nación andaluza sin ningún tipo de problemas, pero es de las pocas voces claras).

El trasfondo es claro: Andalucía no quiere ser solo una filial política. Y Martínez, desde Almería, ha decidido abrir esa conversación, aunque sea a costa de encender las tensiones internas. Los militantes que la critican no solo cuestionan la falta de consulta; temen que este sea el primer paso hacia una integración forzada en una gran coalición de izquierdas liderada por el PSOE, o que acabe dándole al PSOE lo que los votos andaluces le niegan, algo que buena parte de las bases rechaza.

La política andaluza, sin embargo, tiene un don especial para reciclar sus propios conflictos. Lo que hoy parece una crisis interna mañana se convierte en un argumento electoral, y lo que ahora divide podría servir para reagrupar, siempre que alguien sepa gestionar las heridas. Pero, viendo el historial, lo más probable es que esta polémica no cierre nada, sino que abra un nuevo capítulo del interminable debate sobre quién manda en la izquierda andaluza: si la militancia que pisa la calle o los estrategas que diseñan desde Madrid.

En cualquier caso, Raquel Martínez ya ha dejado claro que no piensa quedarse al margen. Y, con su firma, ha recordado que en Podemos Andalucía la política no es una copia de lo que decidan en la capital del Estado. Puede que esa afirmación guste a muchos aquí, aunque moleste mucho más allá de Despeñaperros. Lo que late en este conflicto no es solo un debate sobre unidad o fragmentación: es la vieja pregunta de si Andalucía quiere decidir por sí misma… o si seguirá esperando instrucciones desde el kilómetro cero. Y esto vale para Podemos y para todos los demás.

Rafael M. Martos

Editor de Noticias de Almería

Periodista. Autor de "No les va a gustar", "Palomares en los papeles secretos EEUU", "Bandera de la infamia", "Más allá del cementerio azul", "Covid19: Diario del confinamiento" y "Por Andalucía Libre: La postverdad construida sobre la lucha por la autonomía andaluza". Y también de las novelas "Todo por la patria", "Una bala en el faro" y "El río que mueve Andorra"