Irse a Covadonga a iniciar la campaña electoral, y tirar del argumento de la Reconquista, es además de un insulto a la inteligencia, algo bastante patético porque hemos de recordar que tardaron ocho siglos en lograr aquello de lo que presumen, y la verdad, se antoja mucho tiempo para tan aguerridos patriotas.
En realidad, lo que demuestran quienes lo han hecho es la profunda manipulación de la historia que se hizo en el Franquismo, ejecutando una obra de ingeniera más firme que la de los pantanos, porque desde entonces, los libros escolares se han limitado a copiar una y otra vez aquellos pasajes hasta nuestros días sin el menor rigor crítico. Y es que si miramos cualquier libro actual escrito por historiadores independientes, descubrimos, por ejemplo, que lo de la Reconquista, no solo es un mito, es, sencillamente falso.
A ver, que no hay que ser muy listo, no hay estudiar mucho, no hacen falta sesudos análisis comparativos, basta con una neurona nada más para darse cuenta de lo improbable que resulta que allá por el 722, cuatro astures (que no asturianos) que no habían salido en su vida de aquellas verdes y paradisíacas montañas, se plantearan “re-conquistar” algo cuya existencia desconocían. ¿Pero alguien se puede imaginar que supieran qué había más allá de la Cordillera Cantábrica antes y después del 711? ¿Pero de verdad alguien puede pensar que se sintieran concernidos por lo que sucedía en las costas mediterráneas, por ejemplo?
Eso es del género absurdo, pero oye, ahí va aguantando el invento año tras año, lustro a lustro, década a década, y ya va para el siglo. Aunque hay muchas referencias actuales, traigo a colación solo una, la del catedrático de Historia Medieval Javier Peña, quien dice en una entrevista publicada en eldiariodeburgos.es que “Para desconcierto mío, y supongo que para muchos de los lectores, es que este mito, al contrario que otros de los que he estudiado, que tienen su origen y su momento de mayor brillo en la Edad Media, no surgió entonces. Ni tan siquiera en la Edad Moderna. Jamás se habló entonces de Reconquista. La palabra ni se conocía. Se utilizó por primera vez en los cronistas españoles en torno al año 1800”.
Podemos apuntar también a Ortega y Gasset, quien admitía que un proceso tan largo, de ocho siglos, no podía denominarse “reconquista”, los historiadores Barbero y Vigil señalan que los reinos cristianos no “reconquistaron” nada, sino que utilizaban el recuerdo del reino visigodo para inventarse una legitimidad ficticia… y podríamos mencionar a Olagüe también… para acabar concluyendo siempre en el mismo punto: en la península había reinos que peleaban entre sí unas veces y otras se aliaban, que una veces esos enemigos llegaban por mar, y otras por tierra, que unas veces eran guerras dinásticas, otras expansionistas, también religiosas, y casi siempre había una motivación económica más o menos clara.
Es más, hasta el mismísimo Rodrigo Díaz de Vivar, el legendario Cid Campeador, en el siglo XI se enfrenta a Alfonso VI, ofrece sus servicios militares al rey musulmán de Zaragoza, y acaba como gobernador en la ciudad musulmana de Valencia. Pero no, eso no se estudia en los colegios aunque sea una verdad incuestionable, no vaya a ser que se nos caigan los mitos.
El término Reconquista se comienza a usar entre un sector de los historiadores entre finales del siglo XIX y principios del XX, y luego, durante la dictadura franquista es cuando toma fuerza ese concepto adoctrinador para justificar que “España es una unidad de destino en la Universal”, algo eterno. Se une a don Pelayo, con los Reyes Católicos (un término que permite dar apariencia de identidad común unitaria a lo que no era más que suma de reinos independientes) y ya tenemos la historia perfecta.
Pero hay más elementos que son meramente incongruentes hasta asumiendo sus falsedades como hechos históricos reales. Por ejemplo, no se puede considerar coherente afirmar que en el 722 comienza la Reconquista, alegando que España había sido invadida en el 711, y asegurar que “la nación española” nace en 1492 y tiene cinco siglos…
A ver, se aclaren… solo se puede re-conquistar lo ya conquistado y que se perdió, por tanto ¿cómo se re-conquista un país que surge 800 años después de iniciarse ésta?
Y me aclaren algo más, ya puestos, y es cómo pueden considerar que un “nación” lo es por llevar supuestamente cinco siglos siéndolo, y los ochos siglos anteriores ¿qué era?
Antes de acabar, un último disgusto… la ley por la que se expulsa a los musulmanes peninsulares de su patria –una limpieza étnica en toda regla… no, este concepto tampoco está en los libros escolares- en la que ellos y sus ancestros habían nacido y por la que habían muerto, establecía que los menores de 10 años obligatoriamente se quedaban aquí… y aquí seguimos.