Si la noticia aparece a finales de noviembre, cuando se habla de esos hermanos, inocentes ellos, habríamos pensando que estamos ante una inocentada. Se han dado cuenta ustedes que hace años no se juega con las bromas en la prensa, aunque algunas noticias lo parezcan. La apurada vida política que llevamos nos ha enseñado que ni una broma en ese día con los señores del poder. Han acabado con el humor de este pueblo. Los cómicos de la televisiones se han convertido en talibanes de los respectivos partidos políticos que les pagan el sueldo, y sus chistes, sus gracietas y sus bromas siempre llevan la vitola contra el contrario, rival o enemigo. Y al final, ni gracia hacen.
La noticia aparecida de que la Junta está, o va a estudiar la puesta en marcha de un barco de pasajeros entre Roquetas y la capital, con parada y fonda en Aguadulce, me van a permitir que les diga que me parece una broma o una inocentada a primeros de noviembre. Ya veo a Paco Góngora, alcalde popular de El Ejido, haciendo guardia ante el convento de Moreno Bonilla y con el trabuco preparado. Un barco desde Roquetas y con escala en Aguadulce, es que te ha comido el coco Gabriel, y me dejas Almerimar, el mejor puerto de la provincia, sin atraque. Es de justicia reconocer que el puerto deportivo ejidense es el mejor de la provincia, y no parece de recibo que en ese barco que va a unir el Poniente con la capital El Ejido se quede fuera del trayecto marítimo. Si me dicen que Paco está que se sube por las paredes, lo entenderé, y le doy la razón.
El personal está ilusionado, somos como niños en Almería. Nos anuncian un barquito entre la capital y Roquetas (no pronuncies ese nombre que se enfada Góngora) y ya andamos buscándole nombre. Si recordamos a las viejas Alsinas, y era el nombre de aquel catalán que las puso en funcionamiento en el país, “El Amat” puede ser un nombre atractivo para el barco en cuestión.
–¿Dónde vas?
–A la capital.
–¿Cómo viajas?
–En “El Amat”, el barco que ha puesto la Junta.
–¿Qué horario tiene?
–El Amat de la mañana, parte del puerto roquetero a las ocho, el del medio día lo hace a las doce, y el de la tarde cambia el horario dependiendo si es verano o invierno, en estas fechas será a las seis.
A qué parece que ya está en marcha el barco de pasajeros, tiene nombre, horario, el precio lo están estudiando, pero en unos días lo sabremos. Si es que cuando queremos somos unos hachas. El único inconveniente del que me han hablado es del estado de la mar. Por si acaso, la empresa va a dar en esos día de mar movida o gruesa por el precio del billete una pastilla contra el mareo. ¡Igualico que en los cruceros! Como ven ustedes, todo solucionado. El único enfadado, Paco Góngora, lo veo montando una mesa por el barco. Tejada le pueda dar algún consejo.
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