Según el marido de Begoña Gómez, Álvaro, su fiscal general, elevado por él a la categoría más alta de la fiscalía que controla y maneja, era y es inocente. Y así lo ven, por los comentarios en las redes, los militantes del sanchismo, que acusan a cinco de los siete jueces del supremo de ser franquistas. Cincuenta años después, ochenta y nueve de la guerra que enfrento a los españoles, algunos quieren ganar una contienda en la que ni estuvieron, pero así es la vida.
Lo cierto es que mientras en Almería quedaban en libertad con medidas cautelares Javier Aureliano y Fernando Giménez, al igual que el día anterior y con las mismas medidas lo hacía el que fuera número dos del Psoe, Santos Cerdán, esos cinco jueces, culpables, según algunos comentaristas del Psoe, de que haya resucitado Franco en el Supremo, se daba a conocer la sentencia contra el fiscal general. Dos años de inhabilitación y pagos de las costas, así como una indemnización a la pareja de Ayuso. Imagino que ya debe andar cesado o dimitido tras la decisión del tribunal, eso sí, a la espera de que el consejo de ministro le levante el castigo, lo indulte, como ya ha ocurrido anteriormente con otros personajes políticos, pero sin olvidar que indultar no quita el delito y la condena judicial. Seguirá siendo culpable.
No estoy en la mente del todavía fiscal general, es extraño que no haya dimitido o no haya sido cesado (en Almería el Pp lo ha hecho con Javier y Fernando), pero es de suponer que el hombre se debe estar pensando y bien, ¿el por qué tuvo que seguir unas ordenes a sabiendas de que estaba cometiendo un delito, como así han sentenciado cinco de los siete jueces, cinco a dos, del Tribunal Supremo? Si no sabía lo del delito que estaba cometiendo, es inaudito que se le nombrara fiscal, pero viendo los nombramientos de Ávalos, Cerdán, Hernando, y un caballero que se presenta como candidato en Extremadura, podría seguir, todo es posible en esta España que es cierto, han pasado más de veinte años desde los tiempos de Guerra, pero ya no la conoce ni la padre que la trajo al mundo. ¡El fiscal general un delincuente! ¡Los jueces del Tribunal Supremo resucitando a Franco! Madre del amor hermoso. ¡Qué país!
En Almería el Psoe pone el grito en el cielo, y pide al Pp plenos, decisiones, dimisiones y todo lo que se le ocurra. Y está en su derecho al hacerlo, es la política y aquí son oposición, pueden hasta pedir la dimisión de Moreno Bonilla y la de Gabriel Amat por haber dejado a Javier al frente de la institución provincial cuando él dimitió, pero, se han parado a pensar lo qué tendrían que hacer ellos ante la que tienen montada en su partido. Y dejamos el tema de Almería y Antonio Hernando para otra ocasión. Entre Ávalos y Koldo la fiscalía (¿la mala o la buena, la de rojo o la de azul?), pide 44 años de cárcel, más los que conoceremos en unos días para Cerdán, no olviden a Leire, el hermano, la esposa y los que vayan saliendo. Dicen que Pepe Bono está en capilla poniendo velas a la Uco.
Creo que deberían ir pensando en refundar el partido, lo decía Jordi Sevilla hace unos días, militante del Psoe él. Imagino que algunos dirán que se ha vuelto como los cinco jueces del Supremo: franquista. Debe ser por aquello del aniversario.
Es bueno que caigan los dioses, los pequeños y los grandes, los de provincias y los prebostes de la capital, los de derechas y los de izquierdas. Los azules y los rojos. Lo mismo tenemos suerte los ciudadanos y los que vengan detrás aprenden a no meter la mano en el dinero público, a ser más respetuosos con las leyes. Me temo que no nos tocará esa lotería. Son largas, demasiado largas las manos de nuestros políticos. Y les gusta la buena vida. Harán leyes que les beneficien en sus futuras corruptelas, al tiempo.
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