La Guardia Civil de Almería, en la operación denominada ¨Fenta¨, ha investigado a una mujer de 70 años de edad, vecina de la localidad de Adra, como presunta autora de un delito contra la salud pública, tras suministrar parches de fentanilo.
La investigación se inició el pasado 24 de marzo de 2025, tras una denuncia presentada en el cuartel de la Guardia Civil de Adra. La denunciante comunica haber localizado en el domicilio de su padre fallecido, una caja de parches transdérmicos de fentanilo de 25 microgramos, un medicamento opioide de uso hospitalario no prescrito al difunto, según su historial médico.
Ante la gravedad de los hechos, los agentes del Área de Investigación del Puesto Principal de Adra, iniciaron la investigación para determinar la procedencia del medicamento, tratándose de un fármaco sometido a control especial por potencial peligrosidad y uso restringido.
Fruto de la investigación, se determinó que los parches habían sido retirados por una mujer, M.S.M.L., quien los adquiría de forma regular en nombre de su esposo, al que le habían sido prescritos por una enfermedad crónica.
Posteriormente, esta mujer habría entablado amistad con el fallecido a través de una red social y al conocer que padecía una enfermedad grave con episodios de dolor, le habría entregado voluntariamente tres cajas de parches con fentanilo, sin ánimo de lucro y sin tener conocimiento de los riesgos sanitarios asociados.
La administración de este tipo de medicamentos sin control médico puede producir efectos adversos graves, incluyendo síndrome de abstinencia, sobredosis o fallecimiento, especialmente en personas no habituadas al uso de opioides.
Como resultado de la operación ¨Fenta¨, se ha identificado a la mujer de 70 años, residente de Adra, como posible autora de un delito contra la salud pública, se han intervenido tres cajas de fentanilo y las diligencias instruidas han sido remitidas al Decanato del Partido Judicial de Berja (Almería).
La Guardia Civil recuerda que la distribución no autorizada de medicamentos sometidos a control especial constituye un delito contra la salud pública, incluso cuando no exista ánimo de lucro.
FENTANILO
El fentanilo es un opioide sintético potente, hasta 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina. Aunque se utiliza legalmente como analgésico para tratar el dolor intenso, el fentanilo ilícito representa un grave peligro para la salud pública. Su extrema potencia aumenta significativamente el riesgo de sobredosis accidental, incluso en cantidades muy pequeñas, del tamaño de unos pocos granos de sal.
El peligro del fentanilo se agrava por su frecuente mezcla con otras drogas ilegales como la heroína, la cocaína y las pastillas falsificadas. Los consumidores a menudo desconocen la presencia de fentanilo en estas sustancias, lo que aumenta drásticamente el riesgo de una sobredosis fatal. Debido a que es inodoro e insípido, es imposible detectarlo sin pruebas específicas.
Los efectos del fentanilo en el cuerpo son graves y pueden incluir somnolencia extrema, confusión, náuseas, vómitos, dificultad para respirar y disminución de la presión arterial. Una sobredosis puede provocar una depresión respiratoria severa, coma y, en última instancia, la muerte. La rapidez con la que actúa el fentanilo incrementa aún más el riesgo, ya que los efectos pueden sentirse casi de inmediato.
Ante una posible sobredosis de fentanilo, es crucial actuar con rapidez. Los signos incluyen respiración lenta o superficial, pupilas puntiformes, piel fría y húmeda, labios o uñas azulados y pérdida de conciencia. La administración inmediata de naloxona, un medicamento que revierte los efectos de los opioides, puede salvar vidas. Es vital llamar a los servicios de emergencia de inmediato y permanecer con la persona afectada hasta que llegue la ayuda médica.