El juzgado número 4 de Ávila se encuentra actualmente investigando si algunos empleados de la cárcel de Brieva, situada en la provincia de Ávila, mantuvieron relaciones sexuales con Ana Julia Quezada. Esta mujer cumple una condena de prisión permanente revisable por el asesinato del niño Gabriel Cruz en 2019. La investigación se centra en determinar si estos encuentros ocurrieron a cambio de acceso a un teléfono móvil.
De acuerdo con lo informado por el diario 'El País', la pesquisa sobre un posible delito de cohecho por parte de ciertos funcionarios de la prisión ha estado en curso durante casi un año. Las declaraciones recabadas incluyen las de un educador del centro, que coinciden con las testimoniales de otras tres reclusas y una cuarta mujer, quien es actualmente pareja de Quezada.
Relaciones y grabaciones comprometedoras
Los informes sugieren que Quezada habría mantenido relaciones sexuales no solo con trabajadores del centro penitenciario, sino también con el cocinero. Se menciona que estas interacciones podrían haber sido grabadas utilizando el teléfono móvil que supuestamente le fue proporcionado, con la intención de "chantajear" a la dirección del establecimiento y así lograr su traslado a Barcelona.
En uno de los documentos elaborados por Laura Pérez, directora de la prisión, se reconoce que tuvo acceso a información relevante sobre la interna a través de un educador. En este informe se señala: "La interna manifiesta tener un móvil con una serie de grabaciones, entre ellas, imágenes de vídeo en las que aparece el funcionario en su celda".
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