Por tercera semana consecutiva, la explanada del Mesón Gitano, a los pies del Alcazaba y sobre el Yacimiento Arqueológico del Barrio Andalusí, fue escenario de una nueva sesión de los ‘Atardeceres Flamencos’, la iniciativa con la que el Área de Cultura, Tradiciones y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Almería dinamiza el centro histórico de la ciudad y pone en valor a los artistas de la tierra, con la difusión del flamenco como el arte más propio y genuino.
En lo que al cante se refiere, después del carácter femenino de la pasada semana con Antonia López y Rocío Segura, tuvo una fuerte impronta de veteranía con dos cantaores cabales y experimentados como Alfonso Salmerón y El Carrete, mientras que el cierre lo pondría otro nuevo grupo de valores de futuro del baile como es el alumnado de la academia de Rocío Garrido, como lo fueron en las dos primeras los de Inés de Inés e Inka Díaz.
Presentados por un siempre dinámico y divertido Jesús Herrera, que combinó el recitado de poesía con su humor característico, la tarde comenzó con la actuación de Alfonso Salmerón con la guitarra de Antonio de Quero y las palmas de Inés de Inés, María Márquez y Jennifer Ruiz. Con el temple y la tímbrica característica de Salmerón, con unos envidiables 80 para 81 años, el cantaor templo por unos abandolaos y granaínas de inicio, para seguir con alegrías, tarantos –con letras muy apegadas a la provincia-, bulerías y unos fandangos donde no falto el de “morir cantando” que cantó de pie y sin micrófono.
Recogió el testigo El Carrete, otro cantaor de forja antigua, de tradición y sin florituras de cara a la galería. “Yo soy más de cantar que de hablar, así que voy a cantar por soleá y luego ya vamos viendo”, compartió al inicio de un recital en el que estuvo acompañado por Eduardo Aguilera al toque. En las casi cinco décadas de veteranía del cantaor, que llegó a ganar un concurso de televisión a los 14 años, se aprecia el sabor añejo de las malagueñas de Chacón, de El Chocolate o el Tío Borrico de Jerez.
Al caer el sol de forma definitiva y entrar la noche, el cierre vino de la mano del alumnado de Rocío Garrido, que con el cante de Eduardo García y el toque de José Bellido mostraron las evoluciones aprendidas de una maestra del baile, flamante premio “Desplante” en el prestigioso Festival del Cante de las Minas. Representaciones corales, en grupo de una belleza expresiva más que notable que pusieron el perfecto broche de oro a una fantástica tercera convocatoria de los ‘Atardeceres Flamencos’.
Las dos últimas citas de ‘Atardeceres Flamencos’ serán los dos próximos sábados del presente mes de mayo. La fuerza de Baldomero Cortés y Andreles Amador, junto con el alumnado de Ana Alonso serán el día 24. Y, así, esta primera edición de concluirá el 31 de mayo con las propuestas más modernas, con Edu García, Mari Ángeles Fernández y el grupo de flamenco fusión Kemanda. Como es habitual, siempre a partir de las 19.30 horas y con entrada libre.