La última edición de "El Debate", el programa de tertulia de 7TV Almería que se emite cada viernes a las 21:30 horas, dedicó una amplia parte de su espacio al complejo problema de la inmigración. La discusión, moderada por Rafael M. Martos, se inició a raíz del trágico accidente ocurrido recientemente en la isla de El Hierro, donde siete mujeres y una niña perdieron la vida y media docena de niños resultaron heridos al volcar el cayuco en el que viajaban, precisamente mientras estaban siendo rescatados por Salvamento Marítimo.
Los tertulianos habituales del programa – la abogada Verónica Gómez, el ambientólogo Moisés Palmero, el empresario Jorge Molina y el periodista Luis Saracho – lamentaron unánimemente el fatal suceso, destacando el riesgo extremo que supone para estas personas cruzar África y emprender una ruta marítima sin siquiera saber nadar, un hecho que se hizo dolorosamente evidente al fallecer prácticamente junto a la embarcación de rescate.
En conexión con este tema, se abordó también el incidente registrado el pasado fin de semana en el Hotel Andarax, donde se alojan inmigrantes que han solicitado estatuto de refugiado y donde la Guardia Civil y la Policía tuvieron que intervenir debido a una alteración del orden.
Las opiniones sobre la inmigración fueron diversas. Jorge Molina expresó su preocupación, señalando que España no está preparada para recibir a un flujo migratorio tan masivo. Por su parte, Luis Saracho argumentó que la entrada masiva de inmigrantes interesa a los partidos políticos, ya que les permite polarizar el debate: a unos les sirve para destacar la inmigración como un problema, mientras que a otros les interesa poner en valor su vertiente humanitaria, llevando ambas posturas al extremo y generando división.
Moisés Palmero condenó cualquier acto de violencia, pero también instó a considerar que estas personas buscan encontrar un trabajo o agilizar su documentación para, probablemente, continuar su camino hacia otros países de la Unión Europea. Sugirió que la tramitación de los documentos debería ser más rápida para evitar incidentes como el del Hotel Andarax, si bien Verónica Gómez argumentó que exigían cosas como wifi y que rompieron elementos del local y que eso era inceptable.
La sanidad almeriense, bajo la lupa
Otro de los puntos centrales del debate fue la situación de la sanidad en Almería, con especial énfasis en el Hospital de Poniente de El Ejido. A raíz de las declaraciones del diputado socialista Juan Antonio Lorenzo Cazorla, se contó con la respuesta del delegado de Salud de la Junta de Andalucía en Almería, Juan de la Cruz Belmonte.
Los contertulios expusieron sus visiones particulares sobre la sanidad en la provincia, y más concretamente en el Poniente y el propio hospital. Tras escuchar las distintas versiones, la conclusión que se vislumbró es que tanto la postura del Partido Socialista como la del Gobierno Andaluz son dos caras de la misma moneda: mientras el PSOE pone el foco en las deficiencias, el Partido Popular destaca los avances y mejoras en la sanidad andaluza.
Jorge Molina aprovechó la ocasión para advertir al Partido Socialista sobre algunas de sus críticas, recordando gestiones anteriores del PSOE y lamentando, por ejemplo, que si el Hospital de Roquetas se hubiera empezado a construir hace diez años, ya estaría operativo. Asimismo, pronosticó graves problemas sanitarios en la zona del Levante en menos de cinco años, debido al crecimiento poblacional y a la presencia de un único hospital, el de la Inmaculada en Huércal-Overa.
Otros temas en la agenda política
La tertulia también abordó otros dos temas de interés. Se trató la sustitución de Adriana Valverde por Fátima Herrera como portavoz del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Almería, un cambio que se enmarca en los movimientos internos que se están produciendo en diversas agrupaciones socialistas de la provincia.
Finalmente, se tocó brevemente el tema de la Memoria Histórica, área en la que el almeriense Fernando Martínez ocupa el cargo de Secretario General de Memoria Democrática en el Gobierno de Pedro Sánchez. La discusión giró en torno a la desproporción en la inversión pública: se destinan veinte millones de euros a recordar la muerte del dictador Francisco Franco bajo el lema "Cincuenta años de España en libertad", mientras que solo dos millones se destinan a la exhumación de cadáveres de víctimas del franquismo que aún permanecen en fosas comunes.