Voy a tener que pedirle a Susana Díaz que me lo explique de la misma manera que se lo ha hecho a ella con otros temas Antonio Maíllo, al estilo Barrio Sésamo, porque la verdad, es que no lo entiendo.
No entiendo que la presidenta de la Junta de Andalucía asegure que el paro se reduce, y al tiempo critique la Reforma Laboral de Mariano Rajoy, por ejemplo, y que sostenga que crecemos económicamente más que nadie, y critique que Gobierno central “nos niega el plan de empleo que necesitamos”, tras no invertir unos 2.500 millones de euros en políticas activas.
Pero claro, qué se puede esperar de la esquizofrenia contable de la que hace gala Díaz en el debate de política general de este miércoles. Una esquizofrenia que se resumen en que no se puede presentar una batería de gastos y a la vez asegurar que lo que no funciona, lo que está mal, aquello en lo que no se invierte, es culpa del Gobierno central que no aporta la financiación adecuada.
Es decir, que en Almería tenemos la autovía del Almanzora sin acabar tras ser prometida hace treinta años, y que hemos tenido el Hospital Materno-Infantil con una única piedra puesta durante años (a los que hay que sumar los que van desde que se prometió hasta que ésta se colocó), y que las aulas prefabricadas siguen ahí, y que algo tan sencillo como el mantenimiento del Parque del Boticario no se hace, o que el Cable Inglés está a punto de caerse… por falta de dinero, por culpa de que Rajoy recortó la financiación de Andalucía… pero a la vez, ahora la matrícula en las universidades será casi gratuita para quienes aprueben mientras les debe 300 millones, ahora se van a contratar más profesores aunque se cierran colegios como en Albox, se van a hacer centros de salud que ya fueron prometidos y no construidos como en Almería capital, las ayudas por dependencia van a llegar a más personas mientras se empuja a dependientes a la residencia de la Diputación de Almería a la que reclama que la cierre temporalmente para rehabilitarla, va a haber más dinero para la Justicia, y hasta vamos a dar una renta social… pues la verdad… “melospliquen”.
Es como quejarse de que no se invierte más en Andalucía por culpa del “techo de gasto”, cuando eso es algo aprobado por el PSOE en el Congreso, o cuestionar la malvada “estabilidad presupuestaria” que también aprobó el PSOE para luego lucirla a la hora de anunciar la petición de un préstamo al Banco Europeo de Inversiones. Préstamos… pero de momento lo que se devuelve en Andalucía son fondos europeos que no han sido invertidos, y hay 10.000 millones de euros no invertidos tras ser presupuestados.
No entiendo que se pueda decir con la misma cara que no se ha recortado en personal en la administración autonómica, y ahora afirmar que se va a aumentar hasta los niveles previos a la crisis, o que igual que se dijo que en Andalucía a los empleados públicos no se les recortaba en derechos, ahora se asegure que se les están devolviendo.
No entiendo que Díaz presuma de una Andalucía “pionera” en la sanidad, pero tenga que llegar un “despreciable capitalista” como Amancio Ortega con una multimillonaria donación, o presuma de liderazgo en investigación y a la vez que las listas de espera se desmadren, y seamos la Comunidad con menos camas hospitalarias por habitante y menos matronas (en Almería, aún menos).
No entiendo que si nuestra financiación autonómica es deficiente, y por eso el Gobierno andaluz pide más al central, ya se esté gastando lo que no se tiene ni se sabe si se tendrá. Luego, claro, pasa lo que pasa, que no se hacen las cosas, y que al final el PSOE de Susana Díaz tiene un millón menos de votos de los que tuvo José Antonio Griñán, que ya tenía el record histórico en mal resultado electoral.
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