¡Qué revuelo con las latas de atún, madre mía! Quien iba a pensar que algo tan sencillo como una ensaladilla en verano, con su atuncito por encima, iba a ser noticia mundial. A mi abuela le da un ataque si le digo que el atún en lata es un producto estratégico, con la de veces que lo ha usado para salir de un apuro en la cocina. "Hija, con un par de latas de atún y unos pimientos asados, te apañas una cena de reyes", me dice siempre.
Pues parece que el atún en lata no es solo un salvavidas culinario, sino un pez gordo en el mercado internacional. Resulta que en Estados Unidos, que son los que más productos de mar se zampan, le han puesto un arancel a Tailandia, que son los que más atún en lata venden en todo el mundo. ¡Un 19 %! Que se dice pronto. Tailandia, que ya me gustaría a mí ir de vacaciones, pero que se ve que son unos cracks produciendo atún en lata, ahora lo van a tener más difícil para vender sus latas en el país de las hamburguesas.
Y ahí es donde entra en juego nuestra España, que en esto del atún, somos un referente mundial, y no solo por la Almadraba. Que yo me acuerdo de pequeña, de ir con mi padre a la lonja de Roquetas de Mar, y ver la de barcos que llegaban cargados de pescado. ¡Una barbaridad! Pues ahora, con este cambio de tarifas, nuestro atún, que tiene un arancel más bajo para entrar en Estados Unidos, lo tiene a huevo para ganar terreno. ¡A por ellos!
Pero claro, como en todo en la vida, siempre hay un 'pero'. Y es que Tailandia, con los aranceles más altos, podría decidir desviar su producción de atún enlatado hacia Europa. Y con sus costes de producción más bajos, ¡la que se puede liar! Podrían inundar nuestros mercados con su atún y hacerle la competencia a nuestro producto nacional, que es de una calidad que ni te cuento. Como me decía mi padre, "hija, el pescado, como el de aquí, no hay en ningún sitio".
La verdad es que es un lío de números, de porcentajes y de aranceles. Pero al final, lo que está claro es que el atún en lata, un producto tan nuestro, que nos ha salvado de tantas, es un actor principal en la economía mundial. Ojalá esta situación sirva para que valoremos aún más lo nuestro, para que nuestro atún, el de toda la vida, se haga un hueco en las estanterías de los supermercados de todo el planeta. Y ya de paso, para que los americanos se den cuenta de lo que se estaban perdiendo. ¡A comer atún español se ha dicho!