No deben andar muy contentos los señoritos en Moncloa, los de la ceja no les han respondido como en otras ocasiones. Se trataba de darle una copa de buen elíxir al jefe de las subvenciones, el presidente enamorado, y sin llegar a ser un cáliz amargo, poco le ha faltado. Personajes de la cultura, de los que en otras ocasiones estuvieron al lado del Psoe y de La lista presentada, hoy no han seguido la querencia de sus jefes progresistas. ¿Por qué será? Si repasan ustedes los nombres que aparecen en el apoyo al presidente, ni siquiera se van a encontrar con todos los Bardem, ¿Cómo es eso, ni la guapa Penélope? ni ella, solo el viejo Carlos y paren ustedes de contar.
Quizás los señores organizadores del masaje al presidente no se han percatado de que las saunas del suegro ya pasaron a la historia, y que la historia del actual sanchismo está a años luz de lo que supuso el Psoe antes de la presencia de Zp y la continuación de Sánchez, su alter ego. Con todas las sombras que se le quieran poner desde el propio grupo de los adoradores del Dios enamorado, del Pedro Sánchez al que cada día se le va conociendo un poco más, hay diferencia entre aquel Psoe y lo que hoy dice llamarse Partido Socialista. Los que cobran el sueldo gracias a lo amores por Pedro, los que reciben subvenciones por el mismo motivo, los que tienen el privilegio que les ha dado el estar de rodillas ante este Dios enamorado, dan la impresión de que no saben estar de otra forma, lo seguirán defendiendo y votando, aunque se tengan que tapar la nariz a la hora de firmar un masaje o votarle en unas futuras elecciones, si es que al final encabeza la lista.
Ha venido engañando a muchos durante estos años, pero con el tiempo que ha pasado y con el trabajo realizado por él y sus equipo: Ábalos, Cerdán, Koldo, y los que van a venir en los próximos días, algunos han ido conociendo al personaje y cada vez les cuesta más seguir las directrices de asesores y cargos públicos. En estos días se dice que el sanchismo ha perdido más de un millón de votos, entre esos, tengan la seguridad, habrá más de uno o de dos de la llamada cultura, que firmaron en otro momento su apoyo al Psoe. Al Psoe, no a un señor que ha vendido su honor, si es que le queda alguno, a los bilduetarras, a grupos que llevan en sus listas a personajes que recuerdan los asesinatos de sus propios compañeros.
A los actuales firmantes del manifiesto, los de la cultura, les debe parecer bien que los condenados por terrorismo están dirigiendo parte de los designios de este país. ¿Se siente cercanos a ellos? ¿Piensan como ellos? ¿Pegarían tiros en la nuca como ellos? ¿Pondrían bombas como ellos? Yo no sabría qué contestar, pero, dime a quién apoyas, con quién andas, con quién paseas, de quién cobras, quién te paga las subvenciones y…
Por no hablar de los delincuentes y racistas catalanes, a los que Pedro quiere que encima tengamos que pedirles perdón. ¿Ellos, los de la cultura, quieren que también les pidamos perdón a los delincuentes catalanes? Debe ser que sí. Lo mismo todavía hay subvenciones que solicitar o reclamar.