Merecido premio a Rodrigo Sánchez

Que Rodrigo Sánchez haya sido nombrado consejero de Agricultura, Pesca, y Desarrollo Rural en sustitución de la también almeriense Carmen Ortiz debería haber suscitado una pregunta cuya respuesta nadie ha dado. La pregunta no es otra que en qué ha fallado Ortiz, y de ahí en cascada aparecen otras, como qué puede aportar este abogado a la política agraria de la Junta de Andalucía, e incluso qué visión tiene la presidenta Susana Díaz de un sector tan estratégico en nuestra economía, ya que va por su tercer consejero.

Pero la pregunta que más intriga es qué ha visto la presidenta en este siniestro personaje para subirle el sueldo. Será tal vez que le premia por su comportamiento en la Comisión de Investigación sobre los Fondos de Formación Profesional para el Empleo, acosando y rozando el insulto al tal vez único alumno que acudió a contar su experiencia. Si hasta la parlamentaria almeriense de Ciudadanos, Marta Bosquet, tuvo que sacar su experiencia en los juzgados para hablar de “acoso al testigo”.

Será que le vio ahí y le gustó, supongo, porque tal vez si la presidenta supiera que fue mediador esencial en hacer alcalde de Albox a un tránsfuga de la ultraderecha, quiero pensar que no lo habría elegido. La foto que publicó este medio en la que Francisco Torrecillas estaba a la mesa con Adela Segura, con Rodrigo Sánchez, con Matías García, Sonia Cerdán, y Antonio Segura Asensio, deja en evidencia como se fraguó el pacto que hizo alcalde al esperpéntico edil expulsado de CILUS, capaz de pedir a La Legión, a la Guardia Civil y a los GOES “ayuda” para rehabilitar un convento y despedirse con un “saludos y taconazo”.

Tal vez sea que al secretario general del PSOE de Almería, José Luis Sánchez Teruel, su secretaria de Política Institucional le está segando la hierba bajo los pies, tras dejar en evidencia que quien manda es ella, y que es ella y solo ella quien metió a Rodrigo Sánchez en la lista al Parlamento Andaluz, y ella y solo ella quien ha dado su nombre a Susana Díaz. Es de suponer que Adela Segura, que le tenía reservado para secretario de Organización de Sánchez Teruel, o ya tiene a otra persona en boxes, o se postula ella misma.

Pero estos dos servicios prestados a la causa únicamente podían serlo por alguien como él, que tiene en común con otro de los integrantes de aquella mesa del Pacto de Aranjuez, el amenazar a algún periodista. Ahí están los tres, en la misma foto. Sin duda es toda una garantía en el Consejo de Gobierno Andaluz alguien como él, un francotirador contra periodistas incómodos, contra testigos incómodos, capacitado para la fontanería.

Lo que igual también desconoce la presidenta es el meneo de cadera política que tiene su consejero, que un día es del PSOE y a otro, oiga, que le monta un partido, Iniciativa Ciudadana por Turre, y por su culpa los socialistas se queda en la oposición. Rodrigo Sánchez le monta una moción de censura al PP, después de lograr que el candidato a la Alcaldía no fuera el número uno del PSOE, y a él lo pongan de Primer Teniente de Alcalde y… ¡sí! ¡de concejal de Urbanismo! ¿cómo lo han adivinado?

Después de todo eso, vuelta al redil socialista, y hala, acaba de parlamentario, y acaba de consejero… una biografía de lo más movidita y mejor remunerada.

Le da igual irse del PSOE que estar en él, que volver, le da igual que gobiernen los que ganan o los que pierden, le da igual que mande el PP o la ultraderecha, le da igual una moción de censura que dos, le da igual… y eso, tiene premio.