De Almería al Nepal

Como una broma pesada, la foto de familia que se hizo la delegación almeriense impulsada por la Mesa –otra más- del Ferrocarril al llegar a la Estación de Santa Justa en Sevilla, podía verse un cartel que ponía “Nepal”. Después de una seis horas de un viaje que empezaron en tren, habiendo trasbordado a un autobús y luego de nuevo a otro tren, y sabiendo que al volver tendrían el mismo itinerario, sí, aquello debía ser como llegar al Nepal.
Pero no, era Sevilla, sede del Gobierno andaluz, y por mucho que he mirado, que he leído y que he preguntado, la verdad, no encuentro razón para este viaje. Sólo rebuscando en mi biblioteca de papel encuentro lo que podría explicarlo. Sustituyan Madrid por Sevilla, y creo que el título de “A Madrid por capricho”, de la granadina Fanny Rubio, refleja muy bien el sinsentido de lo visto.
Prueba de la vacuidad del viaje está en que la presidenta del Gobierno, Susana Díaz, y el presidente del Parlamento, el condenado Juan Pablo Durán, fueron prestos a reunirse con los aventureros almerienses.
Habría sido bueno, pienso, que puestos a hacer un viaje a Sevilla, sede del Gobierno andaluz que no tiene competencias en materia ferroviaria, y dejar en manos de Díaz un informe sobre nuestra situación, para que ella, sensible como sabemos que lo es, se ofrezca a mediar con el Ministerio de Fomento para aligerar las obras del AVE… hubiéramos aprovechado mejor el tiempo.
Puestos a dejarse “la piel en el pellejo” (¡Mazagatos, vuelve! ¡te necesitamos!) la delegación almeriense podría haberle informado del estado de las obras –se permiten risas- del Materno-Infantil, o pedirle fecha para la eliminación de aulas prefabricadas, o el conservatorio de danza… y alguna cosa más, que tampoco hay que abusar… aunque bueno, ya puestos, y sabiendo de ese sentido de la lealtad institucional que tiene la señora Díaz, hubiera sido oportuno preguntarle –eso lo podían haber hecho los socialistas, que le tienen más confianza- cuando va a recibir al alcalde de la ciudad, que además lo tenía en otro despacho esa misma mañana.
Viaje esperpento sí, pero no sólo por la cuestión logística, se ve.