Una organización asentada en Melilla y Marruecos que trasladaba de forma irregular a ciudadanos marroquíes hasta las costas de Almería y Granada ha sido desarticulada en una operación conjunta de Vigilancia Aduanera y Policía Nacional. La investigación se ha saldado, por ahora, con 13 detenidos y la intervención de numerosos teléfonos móviles.
Según ha informado la Jefatura Superior de Policía de Melilla en un comunicado, la investigación se inició en marzo de 2024, cuando se tuvo conocimiento de la existencia de una organización criminal establecida en Melilla que presuntamente favorecía la inmigración ilegal en las costas andaluzas mediante el uso de embarcaciones de recreo y naves nodriza.
La red, que continúa bajo investigación, habría utilizado al menos cinco embarcaciones para trasladar irregularmente a 45 personas, que habrían abonado entre 12.000 y 13.000 euros por el trayecto, lo que supondría un beneficio económico superior a los 550.000 euros.
En el caso de Almería, se ha constatado que una de las embarcaciones empleadas por la organización partió desde Marruecos y utilizó una embarcación tipo 'zodiac' como vehículo receptor en alta mar. Este segundo bote fue el encargado de acercar a los migrantes a distintos puntos del litoral del Cabo de Gata, donde fueron desembarcados en pequeños grupos a lo largo de la costa.
El objetivo era "eludir tanto la interceptación de la embarcación nodriza, de mayor tamaño y menos maniobrable, como de los ocupantes una vez en tierra", según recoge el comunicado.
En Granada, en cambio, los responsables de la red dieron aviso a Salvamento Marítimo "alertando de la llegada de la embarcación a la zona de Motril". Esta forma de operar permitía a los responsables de la red dividir el desembarco para "reducir el riesgo de detención".
Del mismo modo, se ha podido acreditar que estas embarcaciones eran utilizadas para abastecer de combustible y víveres a las naves nodriza que permanecían varios días en alta mar.
El entramado criminal estaba estructurado en cuatro niveles jerárquicos, con los organizadores en el primero, los responsables logísticos en el segundo, los pilotos de las embarcaciones en el tercero y, en el último escalón, los testaferros. Estos últimos figuraban como titulares de las embarcaciones a cambio de una compensación económica, dificultando así que las autoridades identificaran a los responsables reales.
La causa la instruye el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Melilla, mientras la operación continúa abierta y no se descartan nuevas actuaciones, según ha indicado la Policía Nacional.