En el marco de la XXV Asamblea de IU Andalucía, la delegación de Izquierda Unida en la provincia de Almería ha conseguido que tres resoluciones clave hayan sido asumidas por la organización andaluza, consolidando así un compromiso firme hacia una de las provincias más olvidadas en inversión pública. “No solo se aprobaron las iniciativas, sino que se habilitó un bloque específico dedicado a Almería, algo que —según María Jesús Amate, coordinadora provincial de IU— deja claro el vínculo de la organización con la nuestra tierra”.
Las tres propuestas van al hueso de las necesidades estructurales de Almería, tocando desde infraestructuras olvidadas hasta un modelo agrario al borde del colapso.
“La provincia se ha convertido en una isla dentro de la península”, denuncia Amate. “Y no lo decimos como un juego de palabras. Lo sentimos cada vez que intentamos coger un tren, un avión… o incluso cuando vemos lo que tardó en volver la luz tras el último apagón”.
En esta primera resolución, IU exige que Almería reciba la inversión pública que merece para conectarla con el resto del país. “No tiene sentido —insisten— que aún hoy solo se pueda llegar por carretera, en pleno siglo XXI”. Se reclama declarar como servicios públicos de interés general los trayectos aéreos y ferroviarios que unen Almería con Madrid, Barcelona, Sevilla y Granada. “Con ello, se garantizaría su permanencia y se abriría la puerta a tarifas más asequibles”. También se pide una renovación urgente de la red eléctrica, que sigue siendo vulnerable y obsoleta.
La segunda resolución se adentra en el corazón agrícola de la provincia. Un modelo que, pese a su enorme peso económico, está en la cuerda floja por culpa del cambio climático y la presión de un mercado cada vez más concentrado. “Necesitamos proteger al pequeño agricultor. Esa gente que mantiene viva la tierra, que cuida el agua, que garantiza la comida que llega a nuestras casas”, afirma Amate.
El documento alerta de los efectos que ya están aquí: desertificación, plagas, estrés hídrico. Y plantea una serie de medidas ambiciosas, como “democratizar las comunidades de regantes, poner fin a la compra-venta de derechos de agua y promover el uso de aguas regeneradas, especialmente en la agricultura de regadío”. Porque, como dice la coordinadora, “el agua no puede estar al servicio de quien más tiene, sino de quien más la necesita para vivir”.
La tercera resolución vuelve a poner sobre la mesa una herida que lleva demasiados años supurando: el abandono ferroviario. El ansiado Corredor Mediterráneo, que parecía llegar al fin, se retrasa una vez más. Ahora se habla de 2028, pero sin fechas concretas para tramos clave como la variante de Lorca. “No podemos seguir esperando. Cada año de retraso es una oportunidad menos para nuestra economía, para nuestra gente”, lamenta Amate.
IU Almería plantea una visión ferroviaria integral: “no solo el Corredor para pasajeros y mercancías, sino su extensión al Poniente ,donde viven más de medio millón de personas, y la reapertura de la línea Guadix-Almendricos, que uniría tres provincias y once comarcas. Es decir, una red moderna y eficiente que sirva tanto a quien exporta como a quien necesita llegar puntual a su trabajo cada día”.
Para Izquierda Unida en Almería, estas resoluciones no son un gesto simbólico. “Son una hoja de ruta. Un compromiso claro con una provincia que, durante demasiado tiempo, ha vivido en la periferia de las decisiones. Almería no pide privilegios, pide justicia. Sabemos lo que necesitamos. Lo hemos dicho alto. Ahora toca que nos escuchen”.