Mi padre, que es un crack de los números, se me ha presentado esta mañana con la noticia de que la inteligencia artificial no es la panacea, el elixir mágico que va a solucionar todos los problemas del marketing digital. Y me lo ha explicado con un símil que solo un almeriense podría entender: "Hija, es como si quieres hacer un salmorejo espectacular, pero en vez de tomates de la vega, usas pimientos de plástico. ¡El resultado no va a ser el mismo!".
Y es que tiene toda la razón del mundo. Parece que el mundo de la tecnología ha olvidado una cosa que mi abuela me ha enseñado desde pequeña: la base, la raíz, es lo más importante. La IA es como esa paella gigante de la feria que vemos en el recinto de Almería, con todos los ingredientes bien colocados y una pinta espectacular. Pero si la base, el arroz, no es de calidad, la paella no va a estar buena.
La IA necesita datos de calidad, ¡y cuantos más, mejor! Mi tío, que trabaja en un vivero en Níjar, siempre me dice que una planta solo crecerá si le das el agua y los nutrientes adecuados. Y con la IA pasa lo mismo. Si la alimentamos con datos malos, las decisiones que tome serán malas. Y eso, en el mundo del marketing digital, puede ser un desastre.
Porque no nos engañemos, con la desaparición de las cookies de terceros y el auge de la televisión conectada, el escenario publicitario está más loco que una cabra. Y la única manera de sobrevivir, de triunfar, es con datos de calidad.
En Almería, si no tienes buenos datos sobre qué quiere la gente, si le gustan más las playas del Levante o las del Poniente, si prefieren un café en la Plaza Vieja o en el Paseo de las Lanchas, no podrás ofrecerles lo que quieren. Y lo mismo pasa en el marketing digital. Sin datos de calidad, no hay campañas que valgan, ni anuncios que funcionen.
Y a vosotros, ¿qué os parece? ¿Creéis que la IA es la solución a todo o que, como en la vida, lo más importante es la calidad de los ingredientes?