El profesor Javier Pulido asegura que "Andalucía no tiene futuro dentro de España", que el PSOE es el "administrador de la dependencia" andaluza, y que azuzar enfrentamientos territoriales en nuestra Comunidad tiene como objetivo "mantener la dominación por la vía de la división", al margen de reconocer que existen diferencias entre unas zonas y otras, como parece lógico "en un país tan grande como este, más grande que la mitad de los estados de la Unión Europea".
Ahora es profesor de Historia, pero fue concejal por Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Granada y prometió la Constitución "por imperativo legal", y siendo el más joven de la Corporación, le tocó portar el pendón de Castilla en el Día de la Toma, algo a lo que renunció como muestra de rechazo a este tipo de celebraciones.
Javier Pulido ha cambiado de edad pero no de ideas, y por eso ha ofrecido en el Centro Cultural Andaluz Javier Verdejo de la calle Granada de la ciudad de Almería, una charla bajo el sugerente título "De la pesadilla de la dependencia al sueño de la independencia". El mensaje no deja indiferente a nadie.
Pulido asegura que "Andalucía vive en la dependencia política, no puede ser gobernada por los andaluces, no tiene elementos reales -más allá de la demagogia que utilicen algunos- para resolver sus problemas; dependencia económica, porque es evidente que los datos, cuando se conocen, son apabullantes, el desempleo, el PIB...; dependencia cultural, por que en los años de presunta autonomía, la cultura andaluza sigue usurpada, manipulada, no se difunde entre los niños y jóvenes andaluces... todos estos ámbitos nos situan en la dependencia y nos impide desarrollar las potencialidades que tenemos".
El profesor pone algunos cifras sobre la mesa al afirmar tajante que "Andalucía no es un país cualquiera, es más grande que 25 ó 26 estados independientes de Europa, más grande que la mitad de los estados de la Unión Europea, estamos en una situación estratégica mundial clave... tenemos una serie de potencialidades que derivadas de la historia de opresión desde su conquista y su incorporación a la Corona española le impide desarrollarse, y la lucha por la independencia es la lucha por resolver que dentro de España está claro que nos condena, con un régimen o con otro, con un gobierno o con otro".
Después de esto, la afirmación cae por sí sola "Andalucía no tiene futuro dentro de España". Así lo cree Pulido, para quien el papel del PSOE en todo este proceso es el de ser "la envoltura ideal del régimen de la dependencia" o dicho de otro modo "ejercen la administración de la dependencia aprovechando un marco político y legal que no es sólo obra suya". El PSOE, en su opinión "utiliza la estrategia de decir ´lo que hacemos nosotros es de izquierdas ¿por qué? pues porque lo hacemos nosotros".
Pulido hace referencia al 28F, del que recuerda que "un referendum se ganan cuando hay más sies que noes, y en la circunscripción de Almería hubo una victoria aplastante" ya que los sies fueron diez veces más que los noes, pero insiste que "Andalucía es un país muy grande" y eso conlleva que haya "peculiaridades" y hay "un problema histórico de vertebración, y a Andalucía se la domina dividiéndola, enfrentándola, engañándola... y algunos sacan tajada de esa división".
El profesor no circunscribe los movientos localistas a una provincia concreta, si no que afirma que los hay en todo el país, y que estos se deben precisamente a la "aceptación de la dependencia", apoyada por la desvertebración territorial, por que "un gobierno que no piensa en Andalucía, no piensa en Almería, ni en Córdoba ni en Aracena... piensa en como mantenerse para servir a sus amos que están en Madrid". "Un gobierno nacional, andaluz, que tuviera una política de contrucción y de afirmación, reequilibraría e intentaría que Andalucía no tuviera, treinta años después después de presunto autogobierno, una estructura productiva que es la misma de los años ochenta".
Destaca en ese caso que Andalucía "está condenada" ya que no tiene voz propia en Europa, por lo que su sector agrícola carece de defensa. Acabaremos todos en la hostelería o en la construcción, se lamenta Pulido, quien afirma que "para conseguir industrias hay que presionar, hay que esprimir", y eso no se consigue con gobierno dependendientes", para concluir que "aunque nos vayamos, que es lo que tenemos que hacer, en el camino podemos esprimir a quienes nos han estado explotando durante 500 años".
Lo cierto es que pese a este mensaje tan directo, a la hora depositar el voto, los andaluces llevan unos años dando la espalda al único partido nacionalista que se presenta, el Partido Andalucista, y que otras formaciones del mismo corte pero más radicales, tampoco logran despegar. ¿Cual será entonces el futuro del andalucismo político?
Pulido dice que hay que tener "valor y llamar a las cosas por su nombre", o sea, "afirmar las cosas tal como son" y pone el ejemplo del título de su conferencia, la "pesadilla de la dependencia y el sueño de la independencia".
No es del todo pesimista, ya que aunque admite que en los años ochenta más del 20% de los encuestados por el CIS se sentía "sólo andaluz" y ahora ese porcentaje se ha reducido a la mitad "al final somos 80.000 o 100.000 personas las que en unas condiciones extremadamente hostiles hemos llegado a la conclusión de que la opción es al independencia, ahora lo que hace falta es que se articule, que emerja, que seamos capaces de ir dando respuesta a los problemas, de ir concretando la demanda de independencia con todo lo que significa como proyecto de sociedad, en la educación, la agricultura, o las estructuras ferroviarias... es un proceso complejo en el que en los últimos años se van dando progresos moleculares".