La mediocridad
Por
Laura Rodríguez-Carretero
domingo 17 de mayo de 2015, 20:58h
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Muchas veces, muchos de nosotros, viendo Españoles por el Mundo, nos hacemos cruces al ver que de genios superpreparados alfombran los cuatro puntos cardinales de este planeta. Españoles preparadisimos que han tenido que marchar en pos de un futuro que su patria les veda.
Muchos de nosotros, muchas veces, nos retorcemos las manos cuando ese, o esa que aparece, es vecino, amigo, familiar o hijo nuestro. No paramos de preguntar porqué un ser con un potencial inmenso tiene que irse, dejando el vacío que solo produce la ausencia del ser querido, de tu hijo o hija.
Muchas veces, todos nosotros, nos sentimos humillados, heridos, maltratados cuando personas que apenas saben juntar las palabras para explicar cómo se han puesto el último piercing, nos abofetean con el dinero que ganan siendo el bochorno de muchos y el ídolo de pocos.
Muchos de nosotros, todas las veces, nos preguntamos en qué momento la mediocridad le ganó la partida a la honestidad, al sentido del deber, del sacrificio, a la postergación del éxito como vía para valorar lo logrado. Al premio que debería tener el mérito y la capacidad.
Mérito y capacidad. Ninguno de estos valores se alcanza sin constancia, esfuerzo y sacrificio. Este mérito, esta capacidad, son las principales cortapisas a la mediocridad. Es mediocre el que medra a la sombra del que manda, el que no cuestiona, y el que obedece sin pensar. Cuando este comportamiento se perpetúa la mediocridad cuaja como forma de gobierno, olvidando para que se gobierna y constituyendo la mediocridad un fin en si misma. Su perpetuación.
No esperen que los mediocres quieran rodearse de los mejores. No soportan la sombra que estos les producirían. Los mejores seguirán yéndose donde sí se valora el mérito y la capacidad.
Pero esto tiene que cambiar. 30 minutos en prime time, no deben ser el pasaporte a la dirección de un municipio, una comunidad autónoma o un país.
Vienen unas elecciones. Otra oportunidad más para elegir a quienes nos gobiernan. Se presentan a estos comicios gente de aquí, de Almería. Ni revolucionarios de pelo largo, ni ciclistas de fotomatón, ni fenómenos de reciente y refulgente aparición, ni señoras que ahora parece que vuelan en escoba. Somos de Almería. Miremos quienes se presentan. Sus méritos,sus capacidades y sus trayectorias. Lo que elijamos debe ser la piedra sobre la que asentar un futuro que evite la fuga de los mejores y el auge de los mediocres.