Una vía más contra el colapso de la A-7
Por
Juan Carlos Pérez Navas
viernes 29 de abril de 2016, 17:18h
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Son muchos los almerienses que cada día conducen por la A-7 desde la capital al Poniente o en sentido contrario tanto por motivos laborales como personales. Muchos de ellos son, en concreto, camioneros que se desplazan por este tramo de vía dentro de la ruta por la que llevan las hortalizas desde nuestros invernaderos al resto de Europa. Pero todos los usuarios a los que une esa carretera sufren desde hace unos meses el mismo problema: Un colapso de tráfico, especialmente en el tramo entre la capital y Roquetas de Mar, que les lleva a una más que comprensible desesperación y a la exigencia de soluciones al Gobierno.
El flujo de tráfico siempre ha sido intenso en esta vía, llegando al colapso en ocasiones, pero es que resulta que el peor escenario se ha vuelto norma desde que un desprendimiento de rocas en El Cañarete en noviembre provocara cortes y restricciones en su uso, a pesar de que es la única alternativa posible. Desde el Gobierno de España no se está dando la respuesta eficaz que merece un problema como este, que condiciona a miles de personas su día a día, con unas obras que van muy lentas pese a que el verano, época de gran tránsito de esta vía costera, está a la vuelta de la esquina.
Ante ese panorama, desde el PSOE reclamamos al Gobierno -que tiene que seguir asumiendo sus responsabilidades aunque esté en funciones- una solución definitiva y rápida para El Cañarete, pero también que rescate un proyecto vital para la A-7 como es el de la construcción de un tercer carril entre Viator y Vícar para aliviar su congestión. Se trata de una actuación que ya contó con partidas en los Presupuestos Generales del Estado antes de que el Gobierno de Rajoy decidiera que no se hacía y de que, año tras año, los diputados del PP por Almería hayan votado en contra de las enmiendas que hemos venido presentando los socialistas a las cuentas estatales para que se incluyera esta petición.
Esta necesidad viaria de Almería, sobre la que he preguntado en el Senado el estado exacto en el que se encuentra su expediente, sería una apuesta más que rentable si se tiene en cuenta la nada desdeñable aportación que suponen para la economía española las exportaciones hortofrutícolas almerienses, que tienen que emplear en muchos casos esta autovía. Esas mismas exportaciones que, desde la comarca del Poniente, también requieren de una línea de Alta Velocidad que colabore en el futuro a mejorar su posición en el mercado y su competividad.
Por eso, en relación a ese asunto fundamental, los socialistas también adelantamos que no consentiremos que eso no sea así, condenando a la provincia a un AVE sólo de pasajeros, que es lo que llegaron a afirmar que se tiene previsto hacer tanto la ministra de Fomento como el secretario de Estado de Infraestructuras durante la reunión de la semana pasada con la Mesa del Ferrocarril. Justo dijeron lo contrario a lo que había sido prioritario hasta el día en que abrieron la boca. Y por mucho que se hayan tratar de autodesmentir, desde el PSOE no dejaremos de estar atentos, porque ya sabemos por experiencia que como se le deje pasar una al PP, termina convirtiendo sus palabras en hechos siempre que se trate de discriminar a Almería.