www.noticiasdealmeria.com

¿Quién es andalucista?

viernes 05 de agosto de 2016, 13:20h

google+

Comentar

Imprimir

Enviar

Add to Flipboard Magazine. Compartir en Meneame

Escucha la noticia

Primero deberíamos preguntarnos qué es Andalucía, porque, aunque muchos presumen, muy pocos son capaces de contestar a esta pregunta de forma razonada. Pues bien: Andalucía siempre ha sido, y por lo tanto debe seguir siendo, tolerancia. Cultura, Educación, Investigación, madurez, respeto a los demás. No somos adoradores de ídolos, pero hay personas a las que es obligado seguir. Por ejemplo, cuando Blas Infante dice: "mi nacionalismo, más que andaluz, es humano". Es por dónde hay que empezar. Ahora a más de uno le ha dado por considerarse más andalucista que el vecino. Tanto, que incluso se permiten diferenciar: "andalucismo", "independentismo", "soberanismo", etc., como distintos "grados". Bien está la diferenciación, en cuanto son marcas. Marcas comerciales. Pero no quieran sacarlo de ahí, no sean tan presuntuosos de considerarse superiores por ostentar una marca auto-atribuida.
Hay que tener claro quien defiende Andalucía. Lo primero, por supuesto. Pero, al mismo tiempo, hay que saber valorar y aprovechar cuanto se haga por Andalucía, aunque no venga del interior. ¿O habría que despreciar la defensa que, en su momento, han hecho diputados canarios y vascos, por el sólo hecho de no ser andaluces?
Con la intolerancia, con la suposición de exclusividad que cada cual se auto-otorga, se está traicionando al andalucismo (soberanismo o como cada cual quiera titularse).
Estoy seguro que esta entrada va a levantar ampollas. Que habrá quien no conteste por considerarse por encima y habrá quien, literalmente, "nos ponga verdes". Sin embargo, buscamos justamente el efecto contrario. Nos gustaría que haya menos "dignidad" autoconcedida y malinteerpretada, y practiquemos más la tolerancia en busca del bien común. Porque, aunque algunos parecen oponerse, es mucho más lo que nos une que lo que nos separa. Se puede ser limitados, moderados, exaltados, radicales... Pero nada de eso va a ser válido si olvidamos el principal valor del Ser Humano, el principal valor de LO Andaluz, que es la capacidad de diálogo, la necesidad de entendimiento. En vez de crear compartimentos y buscar el enfrentamiento de unos con otros. busquemos lo que tenemos todos en común. A partir de ahí, arranquemos hacia una lucha común, general, masiva, de todos a favor de Andalucía, manteniendo la independencia, idiosincracia, sensibilidad política y sociológica de cada uno.
Si no se orilla la "superioridad" que algunos se arrogan, si no se da de lado a creerse poseedores de la única verdad, si no se espanta el fantasma de la división que a nada conduce, si no se elimina la falsa dignidad del "con "ese" no voy a ningún sitio". En definitiva, si no buscamos las coincidencias, lo que nos une, aunque sea mínimo, jamás podremos conseguir que esas coincidencias se enriquezcan y seamos capaces de ponernos un objetivo común.
Tengámoslo claro: si no hay un milagro, ningún grupo andalucista sólo, tiene la menor posibilidad de obtener una representación digna, suficiente para empezar a cambiar la situación. Por lo tanto, es absolutamente imprescindible que empecemos a abandonar posiciones exclusivistas-maximalistas, pues, de lo contrario estaremos dando fuerzas al verdadero y único enemigo de todos: el centralismo depredador. Hay que ser más inteligentes que sensibleros, y aprovechar todos los caminos, todas la posibilidades que puedan darse, para acercarnos lo más posible a la liberación de Andalucía.
Y no se olvide que, por encima de rencillas y enfrentamientos normalmente injustificados, por encima de quienes se creen los únicos puros, además de la necesidad de cooperación, hay algo mucho más importante que la propia acción política: laborar para mejorar la formación e información del pueblo andaluz, único elemento que puede dar votos a los grupos políticos que pretendan obtenerlos.

Rafael Sanmartín

Estudió Filosofía y Marketing y es especialista en Historia. Ha trabajado en prensa, radio y TV. Obtuvo el premio 'Temas' de relato corto por El Puente (1988), así como el '28-F' (2001), por La serie La Andalucía de la Transición, emitida por Canal Sur Televisión. De su producción literaria cabe destacar: El País que Nunca Existió (1977), El Color del Cristal, novela (2001), La Importancia de un Hombre Normal, que narra la biografía de Blas Infante, (2003), Historia de Andalucía Para Jóvenes (2005), Grandes Infamias (2006) y De Aquellos Polvos... La Autonomía y sus orígenes históricos (2011) Para el autor "la Historia es el espejo donde podemos vernos y conocernos, aunque, como está escrita por los vencedores, debe analizarse con espíritu crítico para poder interpretarla".