A rebufo

Lo complicado de ejercer un cargo a tiempo parcial es que corres el riesgo de no poder cumplir tus obligaciones con el rigor que se merece. Esto es lo que le está pasando al senador Juan Carlos Pérez Navas, al que sus viajes al Senado le ocupan y preocupan más que su puesto como portavoz, a media jornada, del grupo municipal socialista. Y si el gallo no está, el gallinero se relaja.
Esta semana lo hemos podido comprobar todos los almerienses, incluido el propio senador, quien el pasado jueves patinaba al demandar al alcalde algo que el propio Equipo de Gobierno había anunciado el pasado mes de junio: la mejora del mercado de Los Ángeles. Un día antes le sucedía algo parecido a otro concejal (a), para ser exactos, de su mismo partido quien, en otra bonita puesta en escena, exigía para las jugadoras de un equipo de fútbol un campo de entrenamiento ¡¡del que ya disponían!!
Pero el colmo de los despropósitos sucedió el lunes frente a un colegio de la capital (podrían haber elegido un barracón que la Junta llama eufemísticamente aula de fabricación rápida, pero no) cuando desde el grupo socialista se lamentaban de que tres colegios iban a comenzar sin conserjes. Como era de esperar, la concejala de Organización y Función Pública, mi compañera Lola de Haro, no tardó en recordarles que quedaba una semana para el inicio del curso y que ningún colegio comenzaría sin conserjes. Es lo que podríamos denominar como un nuevo recurso de la oposición: la denuncia preventiva.
En esa misma comparecencia reclamaban un Plan de mantenimiento de colegios sobre el que, de nuevo cubriéndose de gloria, el Área que dirige quien suscribe estas líneas lleva trabajando varios meses.
Para convencer a los ciudadanos hay que tener algo nuevo que decir. Y para eso hay que patearse los barrios cada día, si no te puede ocurrir que acabes yendo a rebufo, que es lo que le está pasando al grupo municipal socialista, que no coge el paso ni con un tambor.