La romería laica ha hecho una nueva estación de penitencia en Bruselas, tras haber pasado por Sevilla y por Madrid… una hartá de kilómetros reivindicativos que la Mesa del Ferrocarril lleva a sus espaldas. Todo sea por un tren digno para Almería.
Lo que pasa es que la politización de la Mesa del Ferrocarril huele demasiado, que es algo que, sin quitarle razón a la demanda esencial que la impulsa, desvirtúa sistemáticamente sus actuaciones. Pero esa es una historia en la que se justifica que la socialista Susana Díaz diga en Almería que es prioritario el Corredor Mediterráneo, y en Aragón que lo es el Central, para que luego sus exégetas sostengan que los dos son prioritarios, sí… como el Hospital Materno Infantil… tan prioritario que sólo se han reanudado las obras cuando no se habían consignado en los presupuestos, y paralizadas cuando supuestamente sí lo estaban. Años y años asegurando que era prioritario, pero nunca se priorizaba.
Los dos días y una noche en Bruselas, en alojamiento hotelero en pleno centro de la capital de la Unión Europea no precisamente económico… no sabemos a costa de quién, tienen como protagonistas, sí, a los miembros de la Mesa del Ferrocarril, y como comparsas a los políticos, dispuestos a cualquier cosa con tal de salir en la foto.
Debemos entender que si hay que ir a Bruselas a contarle a los europarlamentarios qué está pasando –o mejor dicho, qué no está pasando- con el Corredor Mediterráneo a su “no-paso” por Almería, es porque no tienen ni idea, no les interesa, no se informan, no saben nada… y claro, tampoco sus compañeros almerienses/andaluces/españoles se ocupan de darles “un toque”. Vamos, que José Luis Sánchez Teruel no ha hablado con ningún europarlamentario socialista, ni tan siquiera con la andaluza Clara Aguilera que les está haciendo de cicerone, y que ya estuvo en un acto de la Mesa en Almería… y lo mismo puede decirse de Rosalía Martín, que está claro que ha hablado de este asunto con sus compañeros en Bruselas, ni con los de Podemos… pobres, que en no les hacen ni caso y tienen que irse de viaje tan lejos para explicárselo.
Hubiera sido más lógico traerse a “alguien” con mando en plaza para mostrar las “no-obras” sobre el terreno, enseñarle los Presupuestos Generales del Estado que no contarán con el apoyo de los grupos políticos que acuden a Bruselas con la Mesa, y que por tanto dejarán bloqueadas las inversiones, también en esta materia. Allá cada cual con su responsabilidad.
Pero claro, si traes a “alguien” y le enseñas dos túneles tapiados, es muy probable que pregunte porqué se hicieron en mitad de la nada, porque hay tramos hechos o a medio hacer en mitad de ningún sitio. E incluso es posible que preguntara si todo lo hecho se pagó en su momento… o si se pagó mucho después y por eso no había dinero para ejecutar nuevas obras ¿y entonces qué fue de aquel dinero europeo?
A la vuelta, la utilidad de la visita se resumirá en un chorreo de críticas al PP… justificadas sí, pero para eso no hacía falta darse el paseo.