La Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía ha emitido una serie de recomendaciones dirigidas a los almerienses que están considerando la compra de un aparato de aire acondicionado. La entidad subraya la importancia de prestar atención al etiquetado energético, ya que una elección adecuada puede traducirse en un significativo ahorro tanto energético como económico.
El aspecto más destacado del etiquetado es el indicador de eficiencia energética, que clasifica los aparatos desde la letra A, representada por el color verde y asociada a la mayor eficiencia, hasta la letra G, que indica menor eficiencia y se identifica con el color rojo. Esta clasificación es fundamental para orientar a los consumidores hacia opciones más sostenibles.
Eficiencia y rendimiento estacional
En lo que respecta a la refrigeración, los acondicionadores de aire incluyen un valor específico conocido como SEER, que significa “factor de eficiencia energética estacional”. Este coeficiente, indicado mediante un icono de ventilador y flujo de aire azules, refleja el rendimiento estacional del aparato. Cuanto más alto sea el valor SEER, mayor será la eficiencia energética del dispositivo.
Además, el etiquetado proporciona información adicional relevante, como el nombre o marca del fabricante, el modelo del aparato, su consumo anual de electricidad y niveles de ruido. También incluye pictogramas que informan sobre diversas características del equipo.
Ajustes y ubicación del aparato
No obstante, reducir el consumo energético no solo depende de adquirir aparatos eficientes. Ajustar adecuadamente la temperatura y evitar un uso innecesario son prácticas que pueden contribuir a disminuir el gasto en energía y mejorar la factura mensual.
Es crucial considerar también la ubicación del aire acondicionado. Se recomienda situarlo lejos de la luz solar directa y fuentes de calor como hornos o vitrocerámicas. Durante su uso, cerrar puertas y ventanas es esencial para minimizar el derroche energético.