No se puede criticar que los padres quieran lo mejor para sus hijos. Si alguna obligación nos debe brindar la vida es darles a nuestros retoños los mimbres para lograr lo mejor para sus largas vidas. Si esto es así, y creo que todos estamos de acuerdo con ello, ¿a qué viene la que se le ha organizado a Pablo Iglesias y la eurodiputada de los 13 mil euros mensuales, Irene Montero, por mandar a sus hijos a un colegio privado? Imagino que madre y padre quieren para sus niñas lo mejor del mundo, y si ello pasa por un colegio privado, allá van ellas, ellos y elles.
Lo mismo ocurre cuando de la salud tratamos. Ante la enfermedad de un familiar hacemos lo necesario y hasta lo imposible para que la salud vuelva a ese enfermo. Y si se trata de tener un hijo, buscar la mejor clínica, como hicieron los Bardem para el primer parto de Penélope, un centro en Estados Unidos, y además judío, para que el niño naciera bien. Estas cuestiones, piensa uno no se deben criticar. Se pueden, pero no se deben.
Lo que nos parece de sepulcro blanqueo, y con cal, es que se hagan manifestaciones a favor de la enseñanza pública, se cargue contra la privada, y cuando te llega el turno de elegir, decidas que a la pública para los hijos de los demás, los muertos de hambre, pero los nuestros, Irene del alma mía, a la privada y clasista, que para eso tenemos dinero para asar vacas. La excusa del tramposo: Es la forma de dejar sitio en la pública para los hijos de los demás. Encima tenemos que agradecerle a la parejita el favor que hacen a los hijos de los que no tienen posibilidades de la privada, pues gracias a ellos, habrá sitio en la pública para nuestros hijos. Serán…
No es la derecha la que hace caer a la izquierda, no son los medios de comunicación, son las patochás de estos personajes, que iban a vivir toda su vida en el barrio, y se fueron a un chalet en Galapagar de casi un millón, piden dinero a los ciudadanos para montar negocios, cuando la señora gana 13 mil al mes, más lo que se ronde en otras historias, y cuando llega el momento de elegir colegio, ellos, los más de izquierdas de mundo, los que piden que todo sean servicios públicos, empezando por los bancos y hasta las cajas técnicas que les dan las hipotecas con los mejores intereses, eligen para sus niños un colegio privado.
Mañana saldrán a la calle los compañeros de Pablo e Irene a defender la enseñanza pública, encabezarán pancarta y gritarán consignas por ellos creadas. Y lo harán sin vergüenza. Y es que algunos tienen bula para hacer lo que les de la gana, y siempre van a encontrar una cuantos borregos que se lo permitan y encima los defiendan. País de… si, si: borregos.
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