Nicasio Marín: “Hay que trabajar pensando más en las personas a las que se atiende que en el sistema”
Add to Flipboard Magazine.
El presidente del Sindicato Médico en Almería destaca que la provincia presenta las peores cifras de infraestructura sanitaria de toda Andalucía, y que mientras el SAS reduce su plantilla, obliga a hacer guardias inhumanas y turnos interminables
Mientras los políticos de Almería volvían a enzarzarse en si un hospital materno-infantil es prioritario de verdad o lo es sólo cara a la galería de votantes, o mientras se producen discusiones sobre la bondad o no de la prescripción obligatoria de medicamentos genéricos en el Servicio Andaluz de Salud, o si la subasta de medicamentos compensa ahorro y seguridad, los profesionales de la Medicina ponía sobre la mesa un asunto nuevo y que se antoja al menos tan preocupantes como lo anterior; se trata de las condiciones en que trabajan y cómo afecta eso tanto a la propia salud de los sanitarios como a la de los pacientes.
Nicasio Marín, como presidente del Sindicato Médico de Almería, encabezaba una rueda de prensa en la que denunciaban las jornadas inhumanas a las que se ven sometidos, llegando a trabajar hasta 26 horas seguidas, empalmando turno normal con guardias, lo que supone una merma en su propia salud, pero también en la de quienes son atendidos por ellos, ya que no están en las mejores condiciones para diagnosticar o intervenir.
La entrevista tiene lugar días después de reclamar algún sistema -ellos hablan de una especie de “tacógrafo”- que impida a los facultativos alcanzar un volumen de horas de trabajo continuado que merme su capacidad, y por tanto ponga en riesgo la salud de aquellos a quienes atienden.
Marín explica que “la calidad tiene una cara oculta que es la seguridad”, y detalla que en esa calidad se incluyen numerosos factores que van desde la atención a la gestión administrativa, pasando por listas de espera, por ejemplo. En su opinión, en aras de esa “calidad” estadística se aparca la “seguridad” como ocurre con los turnos interminables lo que debe ser cambiado “más pensando de verdad en las persona a las que se atiende, no en el sistema que tiene que hacer como sea las cosas, como sea aunque se llegue exhausto a las tres de la mañana”.
Seguridad y calidad frente a austeridad y ahorro, y sobre todo dos modelos sanitarios que coinciden en muy poco, que son el del PSOE en Andalucía y el del PP en las comunidades que gobierna y desde el Gobierno central. Los genéricos y la subasta de medicamentos. Dos conflictos en los que se oye a los políticos pero poco o nada a los profesionales no vinculados a esas formaciones o a sus correas de transmisión sindicales.
Marín, como profesional de la sanidad pública tiene clara la defensa de la prescripción por principio activo, ya que “mi talonario de recetas no puede ser un talonario al portador”, y señala que es para que cobren los laboratorios farmacéuticos si no para que el paciente mejore, sin olvidar el coste que a las arcas públicas tiene cada receta. Asegura que es igual de eficaz y más barato, y en el caso de la sanidad pública “lo pagamos todos” y “si queremos un sistema sostenible” hay que utilizar estas recetas. Lo que sí critica es la obligatoriedad de esta prescripción si a juicio del médico es mejor otro medicamento de marca.
Ahora bien, lo que no defiende con tanta rotundidad es el tema de la subasta de medicamentos. Entiende que las empresas invierten tiempo y por tanto dinero, en desarrollar fórmulas para curar o paliar enfermedades, pero quitar el monopolio que tienen éstas para entregarlo a laboratorios de segundo nivel dispuestos a hacer eso mismo por la tercera parte del precio, aun no teniendo experiencia acreditada en la elaboración de esos medicamentos concretos, no le parece oportuno. Que una empresa que hace antidiarreicos reciba el encargo de hacer algo más complejo sólo por el precio es algo que el doctor Marín cree que el resultado de esto “lo veremos”.
“Almería necesita mejorar en infraestructuras sanitarias” afirma el presidente del Sindicato Médico, quien añade que el materno-infantil es una “deuda histórica” que proviene de los años ochenta, y que es algo que tienen todas las demás provincias.
Al margen de ese hospital, Marín vuelve a insistir en la necesidad de más camas hospitalarias “pese a que la Delegación de Salud diga que es un criterio antiguo” para medir la calidad asistencial. En ese sentido destaca que los enfermos no pueden tener la privacidad “que tienen que tener”.
Respecto a la dotación general, el doctor destaca la dependencia que Almería sigue teniendo de otras provincias en el tema asistencial, como es el caso de la inexistencia de una unidad de quemados, cirugía torácica, también depende en oncología que es algo que obliga a ir en ayunas hasta Granada para acabar en una cola... “pero lo esencial es unas camas más”.
“Estamos infradotados, postergados” así concluye su resumen sobre una situación que afecta a Almería, donde habría que añadir la situación general de Andalucía como consecuencia de los recortes presupuestarios.
La reducción en el número de médicos ha sido impresionante, ya que calcula que hay un 25% menos en el 60% de las actividades, siendo enfermería el área más afectada. Marín lo dice de modo taxativo: “no es cierto que aquí se haya preservado el empleo, eso es lo que se dijo para justificar posteriores confiscaciones” salariales.
Y acabamos la entrevista volviendo a la paradoja de un sistema que ha puesto a unos 6.000 profesionales en el paro en Andalucía, mientras obliga a otros a realizar turnos inhumanos para sostener un sistema que piensa más en su pervivencia que en las personas.