De Andalucía a Sebastopol
miércoles 23 de abril de 2014, 10:55h
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La revolución ucraniana trasciende a la concepción de lo que conocemos como un Golpe de Estado. Este espacio estratégico de Europa del Este, cuyo nombre significa en eslavo “territorio fronterizo” tiene nada menos que a Kiev como capital y a Sebastopol como valor añadido, conteniendo nada menos que a la flota rusa del mar negro, oro líquido para Rusia. Ucrania mantiene uno de los ejércitos más grandes del mundo, y experimentó un incremento del PIB del siete por ciento anual de manera estable. Ahí es nada. Por eso la codiciamos en la UE. Por eso vamos a donarles una gran cantidad de dinero. Nos convienen. A pesar de que en los últimos tres meses su economía haya caído de forma deplorable por la revolución, a pesar de que Rusia esté amenazando con la subida de los aranceles. Qué momento tan bueno han escogido, casualmente supongo, para declararse pro europeístas.
Es el lema de los ucranianos el siguiente: “Ni la gloria ni la libertad de Ucrania han perecido”. Además de un gran ejército, los ucranianos tienen la sangre de la batalla territorial corriendo por sus venas. No en vano durante el siglo IX, este estado, que llevaba el nombre de Rus de Kiev fue la nación con más poder de Europa. Ucrania es independiente desde la disolución de la Unión Soviética en 1991. Aprovechamos pues el nacionalismo ucraniano y anti-ruso que se respira en el país para ponerlo de nuestro lado. En un momento histórico en el que sin duda la Unión Europea precisa de apoyo, celebramos todos Euromaidan con los ucranianos. Lo celebra la zarina de la Revolución Naranja, esa bella señora con una trenza rubia, mártir ante todos en su silla de ruedas, recién salida de la cárcel, gritando a pleno pulmón que ella puede dirigir el país y haciendo mártires, que lo son, a los jóvenes caídos en esta improvisada Guerra Civil sin declarar. Demasiado arriesgado el arrojo de la zarina, en esta situación, y sin una votación, que finalmente, se celebrará el 25 de mayo, a la par que las elecciones europeas en la UE. Ahí veremos quien gana realmente esta batalla. Lo que sí está claro es que el pueblo ucraniano ya la ha ganado, aunque sea con sangre y pobreza.
Volviendo a la piel de toro, y mirándonos el propio ombligo, palpamos una misma realidad en Andalucía. Pues, ¿qué territorio hay más limítrofe que el andaluz? Tenemos también una gran historia política y de derramamiento de sangre, que relacionan a las antiguas Al-Andalus e Iberia con el continente africano, a parte de partirlo en dos territorialmente. Sin embargo, todo lo que hacemos es pensar como hacer que no entren en nuestra sagrada tierra los que antaño fueron nuestros antepasados, los que nos hicieron como somos. No vaya a ser que ahora nos molesten. Por ahora, no nos convienen. ¿Veremos quizás en el futuro una gran revolución en Marruecos?. ¿La veremos en Andalucía?. Esa Andalucía, a veces tan olvidada por el gobierno central. El tiempo dirá….pero a mi me parece que ellos quieren ser, sino Europa, al menos España…..
Periodista.Licenciada por la Universidad Complutense.Título (Máster) en Identidad Corporativa por ESIC y uno en Gabinetes de Instituciones por Corporación Multimedia.Fue becada por Radio Televisión Española y Telemadrid. Ha colaborado en los suplementos económicos de Cinco Días.Técnico de comunicación para la Dirección General de Empleo de la Consejería de Economía de la Comunidad de Madrid.
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