Susana Díaz: Año Uno

Parece que fue ayer, pero ya ha pasado un año desde que Doña Susana Díaz accedió, vía votación en el Parlamento de Andalucía, a la Presidencia de la Comunidad.
Un año parece tiempo más que suficiente para analizar cual ha sido la trayectoria política, no sólo de la Presidente, sino también de lo acaecido en nuestra Comunidad. Naturalmente, para este análisis es razonable arrancar desde los compromisos asumidos por Doña Susana en la sesión de investidura de septiembre 2013.
En este sentido, habría que diferenciar cual ha sido la proyección política de la Sra. Presidente de lo que ha sido su gestión al frente de la Junta.

Desde el punto de vista de su proyección pública, hay que calificar de profundo éxito lo conseguido por la Presidente, no sólo a nivel andaluz sino también a nivel del resto de España, en dónde por unas circunstancias o por otras, se ha convertido en el principal referente, si no el único, del socialismo español, impulsado, fundamentalmente, por la ausencia de liderazgos que, evidentemente, todavía no ha logrado cubrir el actual, y nuevo, Secretario General del PSOE, Don Pedro Sánchez, absolutamente desconocido para los españoles, incluidos los socialistas, hasta hace 2 ó 3 meses, pese a haber estado 2 Legislaturas en el Congreso de los Diputados, en la línea de lo que en su día sucedió con el Sr. Rodríguez Zapatero, de triste recuerdo para muchos españoles.

La presencia mediática de la Sra. Presidente en este año ha sido espectacular, especialmente en Andalucía, omnipresente en la radio y la televisión públicas, y en no pocos medios de comunicación de titularidad pública o privada. En el futuro, esto constituirá un importante aval a la hora de plantearse las elecciones autonómicas próximas, verdadera piedra de toque para ella, toda vez que su llegada a la Presidencia lo fué sin haber ganado nunca unas elecciones por votación popular. Empatía si que ha logrado, lo que no era muy difícil en comparación con sus antecesores Srs. Chaves y Griñán.

Gestión legislativa prácticamente nula y, en cuanto a calidad de vida de los andaluces nadie podrá asegurar, con rigor, que hemos mejorado a lo largo de este año en cualquier parámetro que analicemos, especialmente en el paro, la sanidad o la educación, sin hablar del enorme parón en infraestructuras ciudadanas en Almería.
Con todo ello, en mi opinión, el gran fiasco de Doña Susana ha sido su incumplimiento en el compromiso sobre la creación de una Comisión en Andalucía, cuyo cometido sería el de analizar el conjunto de la gestión, y su utilidad, de la multitud de fundaciones y empresas públicas andaluzas, verdadera administración paralela, de ingente gasto para una economía tan deficitaria en tantos menesteres como la nuestra. Esta Administración paralela calificada en su día por IU, socio de Gobierno de Doña Susana, como “la grasa del sistema”, sin embargo, hasta hoy, no conocemos en qué situación se encuentra la necesaria “dieta de adelgazamiento” que muchos esperamos.