Podemos se rendirá ante la evidencia y se sumará al carro de Yolanda Díaz. La formación morada acabará anunciando que se integrará en la coalición Sumar, que lidera la vicepresidenta y ministra de Trabajo, tras meses de tira y afloja. Pasará. Porque es eso, o el suicidio.
El motivo de este cambio de rumbo que ya se está comenzando a vislumbrar, no es otro que el pánico a que se descubra el verdadero peso electoral de la formación que lidera extraoficialmente el macho alfa, Pablo Iglesias, quien da órdenes precisas a sus tropas desde los medios de comunicación.
No hay que olvidar que Podemos, hoy por hoy, es Unidas Podemos, y que "Unidas" es Izquierda Unida, que ya está con Sumar, pero también es En Común, y los catalanes también están con Sumar, y los gallegos de Marea también... Y quienes fueron aliados y luego rivales, Más País de Íñigo Errejón, también. Y en este punto recordemos que en la Comunidad de Madrid, éstos ganaron al propio Pablo Iglesias y también al PSOE.
Podemos ha visto cómo sus bases y sus socios territoriales le daban la espalda o buscaban otras opciones, porque junto a los mencionados, también podemos "sumar" la escisión andaluza que lideró Teresa Rodríguez. Y ahí habrá otro hecho curioso porque si se suman las acciones de la líder andaluza, estarán uniéndose implícitamente al otro grupo de izquierda radical del Parlamento Andaluz del que se separaron en la legislatura pasada.
Podemos ha ido perdiendo fuelle desde que entró en el Gobierno de coalición, no tanto por ceder ante el PSOE -que pocas veces lo ha hecho- como por haber sido el blanco de las mayores críticas cuando así ha ocurrido.
La coalición Sumar, impulsada por Yolanda Díaz, se erige como una alternativa de izquierdas más amplia y transversal, que aspira a reunir a diferentes actores políticos y sociales.
Yolanda Díaz ha querido ser la sonriente dama de la izquierda, mientras Pablo Iglesias se ha mostrado como el permanentemente caballero cabreado. Ella es la que ha aguantado en el Gobierno para hacer realidad los sueños de la extrema izquierda, y él quien abandona el barco. Ella es la feminista que se rebela contra el machismo, y él sigue disfrutando de ser el machote que sale siempre en defensa de su camada, como si ellas no supieran defenderse.
Podemos tendrá que sumarse como sea a esta propuesta ante el riesgo de quedar relegados a un papel testimonial en el escenario político. Según las encuestas, la formación morada podría perder hasta la mitad de sus escaños en unas hipotéticas elecciones generales, mientras que Sumar podría superar al PSOE como primera fuerza de izquierdas en algunos territorios, según algunas demoscopias optimistas, pero incluso las más pesimistas siempre los colocan por encima de los morados.
Con este movimiento, Podemos intentará salvar los trastos y mantener su cuota de poder en el Gobierno y en las instituciones. Sin embargo, también supone un reconocimiento implícito de su debilidad y de su dependencia de Yolanda Díaz, que se ha convertido en la líder indiscutible de la izquierda alternativa al PSOE.