¡Qué mala suerte lo de Pedro Sánchez, rodeado de corruptos menos él! Uno de los problemas básicos de nuestra sociedad procede de identificar los comportamientos éticos y morales como derivados de una creencia y obligación religiosa. De tal modo que, liberados o renegados de ella, uno se cree liberado también de cualquier obligación moral o ética en el ejercicio de su actividad política.
Pero existe una ética laica, transmitida por la cultura humanista tradicional, que nos obliga como personas, y mucho más a las personas afectas al servicio público en su conducta y comportamiento de buenas prácticas en la gobernanza y la gestión pública.
Nuestra sociedad, empezando por la política, políticos y Gobierno, necesitan urgentemente ese rearme ético laico, al menos, que Pedro Sánchez y su gente, junto a cuantos le apoyan, ni practican y seguramente ni conocen, tomen conciencia de la anómala situación que estamos viviendo en España.
A pesar de pedir en un hueco y vacío perdón sin propósito de enmienda, en Pedro Sánchez todo es corrupto a su alrededor. Los casos Ábalos, Koldo y Santos Cerdán son un montaje -Tezanos-; el desastre de los trenes y Aeropuerto son sabotajes -Montero-, y la culpa de todo es del PP y VOX que no toleran un Gobierno progresista -predicación de Pedro Sánchez-. ¡Pobre Pedro, el orgullo del resistente andante por las tierras de Castilla! Del apagón de electricidad también la culpa es de los otros y hasta la triste DANA tampoco existe una rémora culposa.
No entiendo que haya gente, que son honestas, que aún defiendan a este desgobierno que pacta con la ultraizquierda – comunistas-, y los independentistas –secesionistas amnistiados y otros condenados en su momento por terrorismo y que ahora son hombres y mujeres de paz-, los cuales desean la ruptura de la Patria, de España, su aniquilación, y la llegada de un sistema de democracia populista controladora de todos los poderes del Estado.
En fin, ha sido un fin de semana muy caluroso y electoralista, pero sí he percibido desde las filas del PSOE marxista de puños alzados, que muchos de ellos y ellas, y hasta elles, están hechos de envidias, resentimientos, incapacidades para asumir la realidad. Su sectarismo e irresponsabilidad nos llevan a una catástrofe nacional. Cuando dice Sánchez, que “haremos todo y más para que España siga avanzando” con optimismo, resiliencia y compromiso, resiste sin heroicidad, se estará refiriendo al abismo, al caos, a la ultratumba, que nos traerá el comunismo y el nacionalismo. El presidente del desGobierno tiene como máxima de su vida política la frase : "Sólo quiero que me queráis".