Un equipo veterinario ha conseguido salvar la vida de Amaru, un joven león africano alojado en la reserva zoológica Oasys Minihollywood, en el municipio de Tabernas, provincia de Almería, al extraerle dos enormes masas de plástico que habían permanecido meses en su sistema digestivo. El felino, que llegó a las instalaciones almerienses el pasado mes de enero como parte de un programa de cría en cautividad, había ingerido este material junto a su hermano de camada, quien lamentablemente falleció a causa de las complicaciones derivadas de esta misma ingesta en el zoológico de Leipzig, Alemania, donde ambos nacieron en julio de 2023. El material plástico procedía de un elemento de enriquecimiento que se había dispuesto para el juego de los cachorros.
Fueron los cuidadores del centro los que detectaron, al inicio del pasado verano, comportamientos anómalos en el ejemplar, que evitaba salir al exterior. Tras las primeras pruebas, se reveló un grave problema digestivo provocado por una obstrucción gástrica a causa de los cuerpos extraños. Ante la gravedad de la afección, el equipo de profesionales del Oasys Minihollywood, con el apoyo de un grupo multidisciplinar de veterinarios externos, determinó la necesidad de una intervención. Después de una gastroscopia que resultó fallida, el león fue sometido a una compleja operación de gastrotonía. Durante más de dos horas y media de intervención, el equipo consiguió retirar del cuerpo del felino casi dos masas de plástico negro que alcanzaban cerca de un metro de longitud y que estaban obstruyendo la salida de su estómago.
La recuperación posterior a la extracción quirúrgica fue igualmente compleja, obligando a intervenir a Amaru en otras dos ocasiones debido a que los lametones instintivos en la herida provocaron la reapertura de la sutura. Esta situación obligó a aplicar un estricto protocolo de sedación controlada y vigilancia permanente, tanto presencial como mediante cámaras, para evitar que el animal lamiera la zona afectada. En el corto plazo de apenas un mes, el joven león tuvo que ser sometido hasta a seis anestesias. Además, fue necesaria la adaptación de su dieta con el fin de prevenir complicaciones en sus riñones, derivadas de la medicación prolongada requerida para su tratamiento.
Desde la reserva de Tabernas han señalado que, gracias a su juventud y a su excelente condición física, el animal respondió favorablemente al tratamiento, lo que permitió que la herida terminara de cicatrizar, sus riñones se recuperaran y su apetito volviera con normalidad. Actualmente, el ejemplar ya se encuentra disfrutando del sol del desierto junto a sus compañeras Nayara y Zafira, mostrando su comportamiento habitual. El equipo veterinario del Oasys Minihollywood ha destacado que cada recuperación es especial, pero la de Amaru ha resaltado el esfuerzo, la emoción y la pasión que hay detrás de su trabajo.